Vivencias de un gay

sábado, 20 de febrero de 2016

136. Humo, bebida y coca


He pasado todo el fin de semana echando de menos a los niños. Bueno, siendo sincero, a quien más echo en falta es a Ángel. Me hubiera gustado que alguno de los dos me hubiera llamado; en algún momento me he visto con el móvil en la mano pensando si marco el número de uno o del otro. Digo que es Ángel al que más añoro porque lo de Jesús me da un poco de miedo, con todo eso de los detectives y su forma tan extraña de reaccionar. Tengo cierta aprensión en comunicarme con él. Además, este muchacho ya me dejó muy claro que sexo no volveríamos a tener y, tengo que reconocer, que ando bastante necesitado de cercanía corporal.

El sábado, una vez más, me dejé llevar por esta necesidad y entré a la sauna Paraíso. Eso sí, con la firme decisión de elegir muy bien e ignorar por completo el cuarto oscuro. No sé si sería por la tarde lluviosa y desapacible que castigaba Madrid, o porque los fines de semana son habitualmente así; el caso es que no cabía ni una mosca en el recinto. Tras una primera vuelta ya fiché al hombre más atractivo de todos, lo seguí por todos los lugares, me expuse a su consideración siempre que pude, le sonreí cuando su vista pasaba por encima de mí y no me hizo ni puto caso, es más, en una de mis solícitas miradas, su respuesta se limitó a mostrarme un gesto de infinito desprecio que solventó todas mis dudas y me decidí a pasar a la búsqueda del segundo candidato. Bajé el nivel de exigencia, naturalmente, elegí a un señor lo suficientemente maduro y con el cuerpo un tanto desgastado como para asegurarme el éxito. En la sala de vapor me acerqué a él hasta rozarlo y mostrarle, así, mi disponibilidad. Cuando se percató de mis intenciones, me miró de arriba abajo y me dio un empujón para retirarme de su lado que casi me sienta en el suelo. Más adelante lo vi entrar en una cabina con un adolescente bastante más nuevo que yo. Esta visión y el recuerdo de Ángel, me decidió a buscar un jovencito que, al parecer, son más asequibles. Nada de nada... con ellos todo resulta, incluso, más complicado; o se juntan entre ellos o van detrás de los maduros interesantes. Como yo no estoy incluido en ninguno de esos sectores, mis posibilidades se redujeron a cero.

En el bar ―había que recuperar líquido tras tantos fracasos― encontré a un chico conocido de mis tiempos marchosos, con el que jamás tuve nada y del que nunca supe gran cosa, ni siquiera su nombre. Nos pusimos a hablar y allí estuvimos hasta que nos dolía el culo de estar sentados en la dura banqueta junto a la barra. Su conversación era bastante más entretenida de lo que pudiera parecer, viendo su insignificante aspecto. Pertenece a ese grupo de chicos de mi edad que resulta invisible para la mayoría de la humanidad, de esos que no resaltamos por nada, ni para bien ni para demasiado mal.

Cuando salí de la sauna, exactamente igual a como había entrado, eran cerca de las tres de la madrugada. Camino de la Gran Vía en busca del búho, se me ocurrió la idea: ¿y si entro en el Cool por si me encontraba con Ángel? Sí, una locura, pero a esas horas y con la frustración corroyéndome la entrañas, esa posibilidad se me antojó muy atrayente y a los diez minutos ya estaba en la cola esperando para entrar. Recorrer todo el local avanzando un centímetro por minuto, restregándote con sudorosos bailones o, simplemente, con sudorosos abducidos, resultaba tan complicado como agotador. Ante la dificultad que generaba la búsqueda, opté por colocarme cerca de la salida en un estratégico lugar donde podía ver todos los que entraban y salían.

Cerca de las cinco, el agotamiento pugnaba con mi maltrecha autoestima, dándome infinidad de razones para largarme. En ese momento en que ya mi decisión de salir era más o menos firme, se sentó a mi lado un chico algo más joven que yo, con los ojos rojos (¿por el humo?, ¿por la bebida?, ¿por la coca?...), la camisa empapada de sudor y su pelo rizado brillante por la humedad. Tras una sonrisa inicial, comenzó a charlar conmigo con un lenguaje pastoso y malamente inteligible. Cuando me levanté para marchar, el chico de pelo rizado se levantó y, pasándome su brazo por el hombro, entendí que salía conmigo. Fuera, sin el ruido de la música, se le entendía mucho mejor. Me pidió que lo acompañara al aparcamiento donde estaba su coche y que luego me acercaría a mi casa. Estaba claro que el plan incluía algo más que no era necesario definir.

Apenas nos sentamos en su flamante coche, sin colocar siquiera la llave en el arranque, el tipo me cogió la mano llevándosela a su bragueta. Con evidente torpeza, acercó su cara a la mía para darme un beso que tuve que rechazar por la peste a alcohol que su boca despedía. La situación, que no era buena, se agravó cuando logré abrir su bragueta, y tras una laboriosa búsqueda a través de un calzoncillo demasiado cerrado, conseguí sacar su flácido pene al exterior. En las maniobras para sacarla, ya noté una excesiva humedad en la zona que yo atribuí al sudor. Pero cuando incliné mi cabeza para tratar de reanimar su polla con la boca, descubrí, por el fuerte olor a orina, que no era sudor lo que empapaba su ropa interior. Como pude, salí del coche sin hacer caso de las protestas que su dueño alegaba, busqué los lavabos del aparcamiento para lavarme las manos, y regresé a mi casa totalmente derrotado. Me dormí pensando en los niños por si eso contribuía a poder soñar con ellos, pero, o no lo logré o no lo recuerdo.

Ayer domingo no salí de casa. Una llamadita de cualquiera de los dos hubiera dado dignidad a un fin de semana tan tristemente reconocible para mí. Pero nada, mi móvil solo sirvió para ser juguete entre mis manos que testificara mi impaciencia.

Mañana llamaré a Fabio. Es una cuestión de auténtica supervivencia.

9 comentarios:

  1. RAFAEL NO ESCARMIENTA. UN DIA LE PASARA ALGO MUY MALO PORQUE METESE EN LUGARES PELIGROSOS Y SOLO.NO ENTIENDO COMO GENTE CON BUENA VIDA ENTRA EN DROGA Y BWBIDA HADTA MEARSE ENCIMA

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  2. NO COMPRENDO COMO TAN BAJO CAE SOLO POR CON ALGUOEN CUALQUIERA ESYAR PARA SEXO HACER. YO ESTOY SOLO Y CADA DIA TENGO MI SEXO SIN HUMILLARME Y SIN QUE NADIE ME TOQUE Y ES SEXO MUY BUENO

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  3. es increible como has retratado mis tardes de cada sabado, mi calvario es tal como lo has relatado, y ademas por el mismo orden: primero la mierda de la sauna arrastrandome tras cualquier rabo luego la puta disco que muchas veces puede ser la que tu fuiste y alli mas de lo mismo, visita a los baños a pillar polvos de nariz y a ver si algun tio me enseña su polla haciendo que mea. Y al final camino a casa totalmente fundido con apenas consciencia y caer en la cama roto hasta el medio dia siguiente, Mierda de plan y lo peor es que ya me estoy preparando para irme hoy a la sauna.

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    1. Parece una mierda de vida pero a mi me da morbo asta lo del tío meado en mi pueblo no hai nada y no se puede acerca nada
      solo leer esto

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  4. España esta tan podrida como mi tierra, incluso van a gobernar los asesores de Maduro apurense que se les acaba la fiesta el hijoemadre del coletas os dejara en la ruina. Ya os acodareis de estas palabras antes de lo que imagináis. O le dais bala ahora o os jodera el pais

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    1. Te cofundiste de foro. Aquí no se habla de política. El sexo no tiene partido político. El mundo hay no tiene ni derechas ni izquierdas solo importa si eres activo o pasivo y ya ni eso porque somos prácticos y todo nos vale. Lo que mas encuentro últimamente son heteros en la disco y en su vida familiar pero cuando te llevan a la cama se convierten en unas mujeres locas y apasionadas.

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    2. Perdona pero la política nos afecta a todos seamos gais o no. Y si no solo tienes que ver la cantidad de políticos profesionales que son gais aunque si tienen un cargo muy representativo les obliguen a casarse con una mujer y tener hijos aunque sea por inseminacion. Y claro que la política influye en nuestra vida, yo mismamente he perdido dos buenos amigos por votar y defender algo tan taimado y pernicioso como es el partido de los malos estudiantes denominado podemos. Como bien señala el comentarista al que contestas, este oportunistsa nos llevara a la ruina.

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  5. Vaya historia mas sórdida, más deprimente y más sucia. Soy un lector curioso que navego a menudo por internet y me gusta leer todo lo que encuentro. Pero esta tarde encontré este relato que me ha dejado con un regusto amargo por lo pesimista y el tono derrotista que emana. Si verdaderamente así son las tardes de un sábado cualquiera para un gay, francamente me alegro de no serlo. En un principio pensé que era ficción y que el autor había exagerado el tono, pero cuando he leido los comentarios de otras personas he comprobado que otros rubrican la realidad de lo aquí escrito. Quiero `pensar que hay otros gais que viven en pareja y cuya vida será más ordenada y limpia. Conozco a una pareja de hombres que viven juntos desde hace años pero nunca he indagado en su vida privada aunque se les ve más felices que este tipo de personas que aquí se retratan en actividades tan denigrantes. Y lo peor , o lo mejor, es la forma directa y natural de relatar la historia que tiene el autor. Nunca estuve en una sauna de encuentros gay pero hoy puedo decir que ya se lo que se siente, tras leer estas lineas, ahora se lo que podría encontrarme en este tipo de lugares. La narración sin florituras y dejando tan poco espacio a la imaginación me ha hecho sentir y oler el orín del desgraciado drogadicto que pedía sexo en el coche sin ser consciente del asqueroso estado en que se encontraba. He visto la posibilidad de hacer un comentario y no me he resistido a la tentación de hacerlo agradeciendo a esta página que ofrezcan esa posibilidad .

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  6. Pues aquí no se expone todo lo malo que tenemos que sufrir los homoxesuales. Y no porque nosotros queramos. Aquí no se habla de soledad, de discriminación, de burlas, de incomunicación, de maltrato laboral y de todo tipo de humillaciones que tenemos que soportar sin derecho a protestar por ser minorías. Entiendo su alegría por no ser hay.

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