Vivencias de un gay

sábado, 26 de noviembre de 2016

176. Por unos segundos de placer

Hacía mucho tiempo que no dedicaba una tarde a un acto pseudocultural, cuando me llegó la invitación para acudir a una conferencia dentro de los actos incluidos en la Semana Europea de la prueba Hepatitis-VIH, no lo dudé.
Convencí Paquito para que me acompañara y no me arrepiento de haber acudido por lo interesante que me parecieron las distintas charlas que se llevaron a cabo. 
Todo lo relacionado con estas enfermedades siempre es un delicado tema, sobre todo para  nosotros los homosexuales, que ya sabéis, somos los más afectados en el mundo occidental.
 David, así se llamaba el hombre de unos 45 años, vestido informal, con barba cerrada y unos ojos grises que se te clavaban como puñales, tomó la palabra para contarnos su historia, “No es tan fácil, - nos contaba - eso surge. Conoces a alguien, quieres tener una relación con él y en un momento dado te fías. La última vez que acudió a hacerse la prueba, que salió negativa, fue tras enterarse de que la persona con la que mantenía una relación estuvo con otra persona sin consultarle, rompiendo así el acuerdo que habían fijado. Esta historia me dejó frío e imagino a muchos pensando igual que yo, ¿Cómo en pleno siglo XXI, con las facilidades que hay para prevenir enfermedades como, por ejemplo, conseguir un condón, haya personas que lo hagan a pelo todavía? David percibe cierta relajación en su entorno sobre las consecuencias del VIH: "Se ve como una enfermedad crónica", asegura.
Y verdaderamente esa percepción la tenemos todos, cada vez encontramos más hombres que exigen hacer el sexo sin ningún tipo de protección. Cuando voy a una sauna y veo las orgías de sexo indiscriminado y sin un mísero condón por ninguna parte, tengo la impresión de que lo del Sida ya es historia pasada. A la angustia de hace unos años ha sucedido una gran despreocupación, es como si ese rayo de esperanza que nos iluminó con la aparición de los retrovirales, se convirtiera en la solución definitiva. Es verdad que la mortalidad ha bajado mucho en los últimos años  gracias a estos retrovirales, pero el riesgo sigue latente, nadie sabe hasta cuándo estos medicamentos serán efectivos, no solo aparecen constantemente mutaciones en los virus, sino que estos también se hacen cada vez más fuertes.
Además estas pastillas son muy tóxicas, están contaminando el cuerpo, dañan la salud, el riñón, el hígado…
Todos abandonábamos el local apesadumbrados, personalmente me parecía una lástima que un hombre tan atractivo como David corriese esos riesgos. La perspectiva es pesimista pero no vale esconder la cabeza estilo avestruz. Tenemos que cuidar la salud, utilizar siempre el condón y si se tiene alguna sospecha hacerse el test. 
Comprendo que este tema no es lo habitual en este blog, muchos de vosotros me criticarais por incluir este escrito, pero en conciencia, y a pesar de lo impopular del tema, he sentido la responsabilidad de dar este toque de atención, no me parece justo desaprovechar esta vía de comunicación para que no bajemos la guardia. Esta vida es muy bonita como para arriesgar nuestra felicidad por unos segundos de placer.
Gracias por entenderme y por tener que aguantar este chaparrón sin previo aviso.

sábado, 19 de noviembre de 2016

175. El alumno aventajado

El mismo lunes por la tarde quedé  con Ángel para que me contara si hubo encuentro con su profesor y como se había desarrollado. Conociendo a mi amiguito sabía que no dejaría pasar una ocasión así.
Naturalmente que hubo encuentro, toda la semana estuve pensando en esa cita y cuanto más se acercaba el día más calentorro estaba. Durante todas las clases que tuve con él en la semana casi ni me miró. Me pareció especialmente esquivo y eso era una señal clarísima de que pretendía tenerme caliente. Hasta el viernes no pude tener acceso a él en solitario. Directamente le anuncié que el sábado a la misma hora que el anterior estaría en su casa.
Aunque podía llegar puntualmente a su casa, decidí tardar una media hora para ponerle nervioso y que se fuera excitando en la espera.
Toqué el timbre de su puerta y entonces el que me hizo esperar fue él, la idea de que me diera plantón me hizo coger un cabreo que desapareció inmediatamente cuando se abrió la puerta y apareció Cirilo con pantalón de pijama y con el pecho descubierto. Esa visión fue todo un regalo para la vista, a pesar de su edad, la musculatura de su pecho y su vientre era absolutamente perfecta, el pantalón ligeramente bajo dejaba ver los arcos del final de su abdomen que marcaban el prometedor camino de sus caderas al centro, donde una primera fila de vello oscuro contrastaba con su cabello canoso y brillante.
Apenas cerró la puerta y sin pensármelo dos veces decidí tomar la iniciativa, le pasé la mano por detrás de la nuca y junte mis labios con los suyos. Tuve que insistir con mi lengua para que finalmente abriera su boca.
Caray Ángel  vienes muy decidido – acertó a decir cuando nos separamos.
No soy persona que le guste perder el tiempo y los dos estamos aquí para algo muy concreto.
Esa impaciencia de la juventud para estos menesteres no es muy apropiada, - alegó el profesor alejándose del recibidor.
¿No te ha gustado el morreo que te he dado? – le pregunté un poco desconcertado por la diferencia de pasión que el buenorro del profe tenía conmigo.
Preferiría tomar un trago antes de pasar al dormitorio, ¿tú que tomas?
Me da igual, pero mira como estoy – le dije agarrándome la polla a través del pantalón ya totalmente tiesa.
Nos tomamos el whisky, yo con impaciencia, el profe demasiado lentamente, según mi percepción.
Cuando me pareció que ya estaba bien de prolegómenos, le cogí de la mano y me dirigí a la  alcoba. En el momento que tropezamos con la cama, le empujé ligeramente para que cayese en posición supina sobre la sábana. Inmediatamente le baje el pijama hasta las rodillas. Frente a mi cara apareció un grueso pene, carnoso, ligeramente hinchado y con el capullo a medio descubrir. Me lo llevé a la boca sin darle a tiempo a ninguna objeción. Poco a poco notaba como aumentaba su volumen gracias a mis sabios movimientos y a mi inquieta lengua que hacía bien su trabajo. Mientras le chupaba los testículos incluyendo algunos ligeros mordisquitos, me fui quitando la ropa hasta quedar totalmente desnudo. Le ayudé a desembarazarse del  pantalón del pijama enredado entre sus pies y le empuje tal como estaba, boca arriba, al centro de la cama. Me subí encima de él sentado sobre su pecho, de forma que mi polla le quedara a la altura de su rostro.
¡Vaya aparato que gastas muchacho! – exclamó mientras miraba mi pene – nunca tuve un rabo tan largo frente a mí.
Pues no lo mires tanto y cómetelo que está deseando pegar en tu garganta. – le respondí a la vez que le introducía la polla en la boca.
Me encantaba sentir los labios y la lengua de mi profe jugueteando con mi capullo, pero también me moría de ganas de comerme el grueso pene de Cirilo. Sin sacarlo de su boca, me giré y me tumbé sobre su musculado cuerpo para agarrar su miembro. Lo encontré inesperadamente blando, pero empecé a desplegar todas mis artes seguro de que aquello volvería a tomar la dureza y el tamaño del principio. Cuanto más empeño ponía, más mustia me parecía encontrarla. Llegó un momento que Cirilo se separó de  y con gesto compungido se excusó:
Lo siento, Ángel, estas cosas nos pasan de vez en cuando a los que ya hemos cumplido ciertos años. 
¿No te gusto? – le pregunté desconcertado  Si es así, no pasa nada, me visto, me voy.
Me encantas, pero hoy la fuerza no ha querido acompañarme. Será mejor que te marches, alargar estas situaciones no es agradable para ninguno de los dos.
Imagínate, Rafa, lo frustrado que abandoné aquella casa.
Le pregunté a Ángel si lo volvería a intentar y su respuesta fue tajante:
Con todo lo bueno que está ya no sería capaz de estar con él, se me esfumó el morbo y lo único que temo es que durante las clases que aún me quedan con él, lo vea desnudo y con el pito caído y no pueda concentrarme en sus enseñanzas.

sábado, 12 de noviembre de 2016

174. Un profesor muy especial


Está Ángel muy ilusionado con un nuevo curso postgrado que ha iniciado hace dos meses donde, al parecer, ha encontrado un profesor distinto a lo normal y que le ha motivado extraordinariamente, tal como me contaba ayer.
“Es un hombre que vive para su profesión, parece que está dedicado a sus alumnos todo el día, utiliza el wassap constantemente y a cualquier hora nos informa de las novedades del curso que se le van ocurriendo, dándonos toques de atención sobre detalles puntuales a los que prestar más interés en la materia correspondiente.
El viernes le pregunté después de clase sobre algo que sugirió estudiar pero que no logro encontrar. Su respuesta me sorprendió pero reconozco que también me agradó.
Yo tengo un libro magnífico sobre ese tema, pero no quiero traerlo a clase porque es un ejemplar escaso y no quisiera perderlo o maltratarlo. Pero dado tu interés te sugiero que vengas un rato a mi casa y allí lo puedes ojear tranquilamente. Mañana es sábado, no tenemos clase, si te viene bien te espero en la tarde.
Perfecto, - le respondí sin pensármelo dos veces – solo necesito la dirección y la hora y allí estaré.
Realmente me pareció un profesor bastante singular, nada parecido a lo que yo encontré en mi carrera. Como suponía que Ángel no desperdiciaría esa oportunidad, le instigué a que me siguiera contando.
Lo primero que me dijo en cuanto llegué a su casa fue que, mientras estuviéramos fuera de clase, deberíamos tutearnos. Me recibió vestido con algo que podía ser un chándal o un pijama, me pareció mucho más joven  y mucho más atractivo.  Cuando me acompañó al salón pasándome su brazo por mi hombro, perdí toda la seguridad que había hecho acopio antes de subir, mientras me decía:
Siéntete como en tu casa, recuerda que aquí somos colegas, te he preparado aquella mesa con el libro, pero antes me gustaría que tomáramos un te aquí en el sofá, es una costumbre que tengo y que hoy estaré encantado de hacerlo acompañado.
 sabes Rafael que a  me atraen ese tipo de hombres maduros que tengan algo distinto. De este profesor lo único que no me gusta es su nombre, se llama Cirilo, pero el resto me parece interesante, no es demasiado maduro pero tiene ese halo de intelectualidad y un punto de locura que lo hacen muy especial.
Has sido atrevido y valiente al aceptar mi invitación – comentó mientras servía el te – desde el principio me di cuenta que eras un estudiante con mucho potencial en muchos y variados sentidos.  y yo tenemos muchas cosas en común y estoy seguro que eso no te ha pasado desapercibido, cuando te invité a mi casa y aceptaste inmediatamente, los dos supimos  que nos entenderíamos de maravilla. Yo algo  más de ti que tu de mi porque he mirado tu expediente universitario. Pero te pongo al día en un momento, como ves, vivo solo, me apasiona mi trabajo y cuando un muchacho como  destaca en mis clases, automáticamente me intereso por él de una manera global, es decir, en todos los sentidos.
Te aseguro Rafa que no sabía que decir, su cercanía, su tono de voz distinto al que yo conocía, su presencia llenando totalmente el ambiente, me dejaron mudo y sabes que eso no lo logra cualquiera. Estaba seguroque en cualquier momento Cirilo tomaría una iniciativa que yo ni quería ni pensaba parar.
Te noto inquieto, Ángel, quiero que te sientas cómodo y relajado, olvida que somos profesor y alumno, esta tarde solo somos dos hombres que lo vamos a pasar bien a través de un conocimiento mutuo que puede resultar muy agradable.
Tengo que decir que yo estoy absolutamente de acuerdo con lo que dices, no estoy inquieto pero tengo que acostumbrarme un poco a la situación, quizás esté algo tenso pero ya se me pasará.
Perfecto, - respondió el profesor mientras se levantaba y se dirigía a la mesa en que estaba el libro objeto inicial de la visita – ya que terminaste el , será mejor que te centres en el libro y tomes apuntes de lo que te interese, si te parece, la próxima semana vienes a visitarme de nuevo y seguimos donde lo hemos dejado en este momento,ya sin el libro esperándote. ¿OK?
Difícilmente pude concentrarme en la materia que debía estudiar, por una parte me sentí un tanto defraudado por la actitud de Cirilo pero por otro lado valoré mucho su tranquilidad y el que no me presionase para hacer algo que tiene que surgir espontáneamente y sin agobio. El problema vendrá el lunes cuando volvamos a encontrarnos en clase.
Mi pregunta surgió espontanea aunque sabía que aún no tendría respuesta: ¿iras el próximo fin de semana a su casa?

sábado, 5 de noviembre de 2016

173. El ligue más bello

Las técnicas para ligar están cambiando y mucho. Ya nos tenemos que ir olvidando del cara a cara, del juego de miradas previas, de las palabras oportunas, mitad insinuantes, mitad desinteresadas, los roces aparentemente casuales y todo lo que se venía haciendo tradicionalmente.  Ahora todos sabemos que son los canales de internet los que nos proporcionaran miles de posibilidades aunque luego solo una de cada ciento suele cuajar. Ahora las palabras claves ya están preestablecidas, son siempre las mismas (“¿tienes sitio? ¿Qué buscas? ¿Cómo la tienes? ¿Pasivo o activo?”) Y lo primordial suelen ser las fotos cuanto más explicitas mejor y que tu perfil ofrecido coincida con lo que busque el contactado.
Ramiro es especialista en estos contactos, como casi todos, su oferta dista mucho de la realidad, pero hay muchos chicos que, una vez concertada la cita y según su grado de calentura, deciden descargar aunque lo encontrado nada tenga que ver con la sugerente foto que nuestro amigo tiene en su perfil como reclamo con la que son muchos los engañados.
El pasado sábado cayó en sus redes un guapo muchachoque, encima, no parecía ser demasiado exigente en sus gustos. Ramiro apenas se creía su buena suerte. El chico, en cuanto lo vio en persona y se percató del engaño, le especificó que, puesto que ya tenía la tarde perdida, echarían un polvo y nada más.
Contaba Ramiro que cuanto más lo miraba, más cachondo se ponía, el chico era un auténtico bombón, de los que se ven pocos y a los que jamás se tiene la más mínima opción de acceder carnalmente. Durante el trayecto en coche hacia su casa, Ramiro no dejó ni un minuto de estar empalmado, su grado de excitación era directamente proporcional a la belleza de su acompañante. A este le ocurría todo lo contrario y se dejaba tocar por los torpes dedos de Ramiro, probablemente, para intentar calentarse un poco ante la perspectiva de un polvo  de compromiso y planeado como simple solución fisiológica.
Apenas cerraron la puerta del pisito de soltero que tanto enorgullece a Ramiro, el muchacho, sin ningún tipo de preámbulos, se quedó desnudo en dos rápidos movimientos. La visión de aquel glorioso y joven cuerpo perfecto, elevó la excitación de Ramiro a niveles supremos. Cuando el chico empezó a desabrochar su cinturón  y le agarró por encima de la tela  del pantalón el tieso pene, nuestro amigo fue consciente de que la eyaculación era imparable. Le retiró bruscamente la mano ante la sorpresa del guapo invitado, pero para entonces los espasmos de su rabo eran incontrolables y el esperma brotó sin remedio atravesando las telas del calzoncillo y del pantalón.
Cuando el muchacho observó la creciente mancha surgida en la entrepierna de Ramiro y vio su cara desencajada, se percató de lo ocurrido. La expresión de cabreo dominó su rostro, inmediatamente se vistió cubriendo el bello cuerpo sin haber iniciado ni la mínima excitación, a la vez que le gritaba:
Tío, si me llegas a avisar de que eres eyaculador precoz, te juro que me hubiera evitado el viaje hasta aquí. Tienes tres minutos para cambiarte de pantalón y acercarme a la entrada de metro más próxima. Elimina mi teléfono de tu móvil y te aconsejo de que te trates  ese defecto o, al menos, se honesto y avisa antes a tus ligues.
Este es el auténtico relato de lo ocurrido a  Ramiro, aunque cuando nos lo contó tuvo la precaución de modificar un poco los hechos atribuyendo la precoz eyaculación al guapo ligue en un intento fallido de engañarnos. Y es que nadie podría creer que la visión de su mórbido michelin pudiera provocar un efecto de esas consideraciones en el muchacho más bello que jamás pescó en las redes internautas.