Vivencias de un gay

viernes, 21 de noviembre de 2014

66. Sauna gay


Ahora se le ha metido en la cabeza ir a una sauna. Para este sábado quiere que lo lleve a la que yo solía ir porque dice querer conocerlo todo para poderlo juzgar él mismo. Es cabezón y no veo la manera de quitarle semejante idea del coco, pero por otro lado casi que es mejor que vayamos juntos para poder guiarlo y, sobre todo, poder protegerlo. A mí en principio sé que me va a resultar violento estar con él en bolas en medio de tanto buitre que se lo van a querer follar; no sé qué papel debería adoptar para que no pase nada y no se note que estoy de guardián.

El sábado vino con la idea fija y se trajo su gran bolsa de deporte con todo lo que se le ocurrió que podría necesitar para hacer la sauna: pantalón de baño, zapatillas de baño, dos toallas, muda limpia, gel, champú, gorro de baño, polvo para los pies y alguna que otra cosa que se me olvida. Ya le había dicho que solo las sandalias le servirían, que en las diminutas taquillas de esos lugares no hay espacio para semejante bolsota.

Se me ocurrió que nos hiciésemos una mamadita antes de ir para ir descargados, pero no fue una buena idea porque el niño tenía prisa y apenas disfrutamos sexualmente; su ilusión estaba en la sauna y resultó ser la mamada de más puro trámite que nunca había vivido.

Pensé en la sauna Center por ser más grande. Probablemente estaría menos llena que la Paraíso, donde un sábado por la tarde se pone a rebosar y apenas hay espacio para nada más que retozarse con docenas de tíos a un tiempo.

Y esta fue la primera consideración que no se cumplió: estaba repleta de gente. Mientras nos desnudábamos en los vestuarios noté al niño muy nervioso, claro que yo no lo estaba menos; él mirándolo todo y yo mirándolos a todos. Ángel es guapo y desnudo tiene un cuerpo de nadador que llama la atención, sobre todo entre las ajadas y maltrechas anatomías que habitan mayoritariamente estos centros. Desde la entrada hasta los vestuarios ya pude distinguir a varios tipos siguiéndonos y no solo con la mirada. Aquí empezó a brotar mi mala leche y a tenerla que dominar. El niño fue rápido y discreto a la hora de cambiar el calzoncillo por la toalla, lo que provocó cierto interés y morbosidad entre el público que sin disimulo observaba cada uno de sus movimientos.

En Madrid y específicamente en las saunas y demás lugares de sexo inmediato nos conocemos todos y la presencia de carne nueva siempre es motivo de deseo y expectación. En la ducha inicial los mirones se tuvieron que contentar con una única panorámica trasera del muchacho, que tampoco es nada despreciable. Empezamos el recorrido por la sauna seca que, rápidamente, se llenó de señores súbitamente necesitados de calor para sus desgastados huesos. No estuvimos mucho tiempo porque el niño estaba muy incómodo con tanta temperatura, pero ya sufrió los primeros acercamientos y algunos roces directos sin el menor recato. Lejos de molestarse por estos gestos, el niño parecía estar muy divertido con lo que estaba pasando. Sus primeros nervios habían desaparecido y se empezaba a sentir cómodo deslizándose entre aquel hormiguero de toallas blancas. En el vapor el acoso fue aún mayor, bien es verdad que hasta yo mismo fui presa de aquellos voraces energúmenos ansiosos de tener cuanto antes una polla entre sus dedos. Como la visión era escasa y la gente se metía entre Ángel y yo, le perdí un poco la pista tratando de quitarme de encima algunas manos que rebuscaban bajo mi toalla. Cuando lo localicé le empujé a la salida, no sin antes observar cómo una cabeza de escaso pelo blanco surgía de entre las piernas del niño.

―¡Qué lanzada es la gente aquí! ¿Viste como me han magreado en un minuto? Es imposible que no te toquen sin pelearte con todos. ¡Vaya salida que está aquí la peña!

No piensen que esto me lo decía Ángel cabreado ni mucho menos, más bien parecía encantado de la vida. Tanto es así que pude observar cómo su toalla estaba levantada a causa de su evidente erección.

Afortunadamente el paseo por los pasillos del sótano resultó más tranquilo, el intercambio de miradas es lo habitual, pero tuve que advertir al niño que no tenía por qué sostenerlas todas ya que en el lenguaje sutil de estos lugares, el bajar la vista es decir no y mantenerla en los ojos del proponente significa que hay polvo en perspectiva.

Tras tomar una botella de agua en la barra del bar, decidimos (la propuesta no fue mía) ir un rato cada uno por su lado con la salvedad de no entrar con nadie a ninguna cabina. La idea no me gustó ni un pelo, pero si el niño quiere conocer, ¿cómo evitarlo? Con el antecedente de lo ocurrido en la sauna de vapor, cuando me separé de él pensaba que cualquier cosa podía ocurrir.

Nos cruzamos un par de veces y en ambas ocasiones lo vi hablando con gente, pero su sonrisa cómplice que me dedicaba me tranquilizaba. Pensaba si realmente me tenía que joder que estuviera con un tío o debería despreocuparme y estar más relajado. En realidad ya estaba con su novia y lo tenía que aceptar, además tener un encuentro meramente sexual no implicaba la pérdida de sentimientos hacía mí, sin contar con lo frustrantes que suelen ser estas experiencias en estos lugares tan sórdidos. Confieso que todos estos razonamientos no lograban quitarme la sensación de angustia que me apretaba el estómago y las ganas de que apareciera por cualquier esquina el niño pidiéndome que nos fuéramos.

El único momento en que todo se me fue de la cabeza ocurrió cuando un tipo de los que no puedes por menos que mirar e inmediatamente desear me sostuvo la mirada y me sonrió invitándome a seguirlo. El tipo sería de mi edad, pero con un cuerpo de hetero y un rostro de macho vicioso de los que ves, pero sabes que nunca catarás. Lo seguí hasta una cabina y desde la puerta le dije que estaba con mi pareja.

―Os espero aquí a los dos ―me ordenó más que sugerirme―.

Sabía que estas palabras las recordaría durante mucho tiempo. Dejé al guapo macho apoyado en la puerta de la cabina con mi mejor sonrisa. Contra mis auténticos deseos, me disculpé agradeciéndole su amabilidad y abandoné el lugar. Un encogimiento de hombros a la vez que inclinaba su cabeza sirvió para hacerme despertar del sueño que hubiera sido dar un paso dentro y cerrar la cabina.

La siguiente vuelta por la sauna buscando al niño resultó inquietante por su desaparición. Ni arriba ni abajo lo encontraba, todas las cabinas que estaban cerradas me parecían ocupadas por él. En esta sauna el cuarto oscuro es de difícil localización y en nuestro recorrido juntos lo obviamos al no surgir a nuestro paso. Cuando me dirigía hacía ese funesto punto lo vi aparecer por el pasillo que termina en el dichoso cuartito. Tratando de dar naturalidad a mis palabras le pregunté cómo le había ido en la oscuridad.

―No he podido pasar de la entrada, está a tope de tíos, ¡menudo desmadre debe haber dentro! Solo tienes que oír los grititos y jadeos que se escuchan por encima de la música ambiente.

Reconozco que le creí solo a medias porque bajo su toalla la erección se su polla volvía a ser muy evidente.

Cuando le dije al niño que como experiencia yo ya tenía suficiente y que prefería dejarlo por hoy, me pareció ver un cierto desencanto en su expresión; sin embargo, no puso objeciones y tras una ducha muy jabonosa nos vestimos para marcharnos.

Fue justo cuando salíamos ya vestidos del vestuario cuando entró un señor que, dirigiéndose a Ángel, le dijo sonriendo:

―¿Ya te vas? Bueno, pues hasta lunes.

Cortésmente el niño le devolvió la despedida. Apenas salimos a la calle y con solo mi mirada interrogante el niño me explicó:

―Ya te he hablado alguna vez de un profesor de la facultad que me miraba y que yo pensaba que era gay, pues ahora ya no hay duda: era él. Me lo encontré cuando salía de una cabina tras uno de los pocos chavales jóvenes que había. Lo saludé y bastante cortados los dos hemos recordado que el lunes tenemos clase.

Con la sed que ambos teníamos decidimos tomar unas cervezas en Santa Bárbara y hablar de sus impresiones de la sauna. Según él, cuatro tíos lo confundieron con un chapero y le habían ofrecido dinero por sus servicios. Uno parece ser que fue más insistente y ante la negativa de Ángel llegó a ofrecerle 60 euros; otro, en cuando le dijo que estaba allí con su pareja, le pidió precio por hacer el trío. Según me contaba, este último tipo le impresionó por su belleza en un ambiente en el que destacó lo poco atractivo de la mayoría de los hombres. De todas formas, su veredicto final fue benévolo; le parecía muy bien que existiesen lugares así porque de esta forma todos tenían su oportunidad de hacer sexo e incluso de conocer a gente para más altas metas.

Salimos de la cervecería medio colocados, sin ganas de cenar y deseando pillar la cama para dormir. Por fortuna, aún tuvimos ánimo para una felación a modo de buenas noches.

Ayer domingo se fue a media mañana a comer con su familia y hasta el momento no sé nada de él.

¿Qué pensáis de la experiencia en la sauna? Está claro que al niño le gustó, por lo menos a su polla le encantó. Sí, ya sé que con 24 años cualquier cosa te la levanta, pero les aseguro que lo vi cómodo y complacido. Estoy seguro de que volverá, conmigo o sin mí.

12 comentarios:

  1. hay que ser gilipoyas para llevar a tu novio a una sauna y tirarlo a la jaula de los leones lo normal es que te lo coman de verdad poca cabeza estás demostrando con ese chico y sus caprichos

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  2. No lo dude: seguro que volverá a la sauna pero solo. Todos tenemos una época que ese lugar nos parece el mejor de los paraísos donde se ponen a nuestra disposición un montón de pollas y culos. Luego llega el momento que te cansas de tanta podredumbre. Los tipos se repiten una y otra vez, dejas de ser novedad y ya todos ye conocen y te van dejando a un lado. Y eso sin contar con en riesgo que estas corriendo porque pronto te das cuenta que casi todos son portadores de VIH, lo tienen asumido y ya pasan de protecciones. Este es el gran aviso que tienes que dar a tu chico. l

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  3. A ANGEL GUSTALE MUCHO QUE TOQUENLE TODOS LOS HOMBRES Y TAMBIEN LA NOVIA MUY GOLFO ES. YO NO ESTUVE NUNCA EN UNA SAUNA IRIA CON MI PAREJA SI QUISIESE EL PERO SIN SEPARANOS. NO GUSTAME DUCHAR DELANTE DE OTROS POR ESO NO ESTOY EN EL EQUIPO DE FUTBOL.

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  4. Vivo en Segovia y bajo poco a Madrid pero cuando lo hago solo siempre paso por la Centrer. Y es todo verdad lo que pasa alli y lo que dice uno despues tambien es verdad. ¿Como podria distinguir a los que tienen sida? Si voy dos dias seguidos el segundo dia ya nadie quiere conmigo. Siempre entro nervioso y ilusionado y siempre salgo hundido conmigo mismo y decepcionado. No porque algunos no quieran conmigo sino porque me siento sucio y maltratado con los que estoy. Pero al siguiente viaje vuuelvo a entrar como idiota que soy.Es feo que ni quieran saber como te llamas ni casi que te hablen solo miran el cuerpo y si no estas gordo ya les vales y van directamente a la polla. Por una parte las prohibia pero luego las querria tener.LLevar a tu chico a una sauna es una locura alli lo pierdes seguro y es muy duro verlo calentarse con esos guarros y encima a este chico se ve que le a gustado y ya no lo sacara de alli.

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    1. para el de segovia para distinguirnos a los seros es facil el que te proponga a pelo seguro que lo es, el que no lleve condones ni se preocupe de ponerlo tambien. no conozco a ningun sero gordito ni siquiera rellenito todos estamos delgados por el tratamiento y por el regimen que tenemos que llevar y porque no bebemos alcohol. de todas formas cuidando que no tengas heriditas en la boca o llagas por las mamadas y usando siempre condones fuertes que no se rompan que hay que comprarlos porque los que regalan son flojos puedes estar con quien te guste. espero que te sirvan estas palabras chao

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  5. Je je buscaba saunas en Barcelona para ir esta tarde y encontre este blog de casualidad y me ha entretenido mucho, felicidades al autor esta muy bien, claro que con los comentarios de los anonimos me he venido un poco abajo y he cambiado de idea, ahora ire a un bar a tomar una copa. Otro dia que este en mi pueblo sin hacer nada retomare la lectura de otros capitulos que veo hay un montón

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  6. Este sauna centre es muy vieja muy sucia lugar insano muy peligroso por las grandes plagas de estafilococos herpes o enfermedades del pie

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    1. Pues en Madrid aun hay una peor: La Paraíso aquí he visto de todo cucarachas rojas, hongos, gusanos blancos diminutos en varias cabinas y en el agua de los jackuzzis siempre hay semen flotando. Pero a nadie parece importarle porque siempre esta hasta los topes. Somos tan esclavos del sexo que no nos importa revólvernos en la mierda y poner en mucho riesgo nuestra salud

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  7. Si ese dia coincide de que yo estoy en esa sauna y veo un chaval con cuerpo de nadador y con la toalla levantada, osea cachondo perdido, te aseguro que ese niño no sale de alli sin llevarse un buen polvo pero de los de verdad.

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    1. També estic d'acord que va tenir sort i no eren testimoni de veure el teu noi follar davant dels seus ulls. Aquí a Barcelona la gent és més pràctic i menys considerat, és una assegurança que el teu noi si ell és tan maco com dius, no hauria arribat fora de la sauna sense haver trencat l'ase

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  8. Es verdad lo que dice el catalán son casi tan guarros como los alemanes. De sentimientos no saben y encima quieren ser independientes.

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  9. Es una pena que para poder aprender ,para sobrevivir después, tengamos que pasar los nombres por esa etapa de inquietud, curiosidad ,de quererlo conocer todo .Eso significa perder la ingenuidad de la niñez, perder la bondad y la candidez con la que venimos al mundo .Este muchacho que tenía la pureza de la juventud sana , con la experiencia de la sauna( porque volver a sin ninguna duda )ha perdido ese encanto que a todos los lectores nos atraía de su persona.

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