Vivencias de un gay

sábado, 25 de junio de 2016

154. Orgulloso de ser gay


El pobre Paquito no levanta cabeza. Al parecer todos sus temores iban muy bien encaminados para su pesar. El otro día cuando volvió a su casa tras el trabajo, se encontró las estancias vacías y un nota en inglés de Jimmy que le decíamás o menos algo así“Perdona mi cobardía por no decírtelo en persona y utilizar la frialdad de una nota, Steve y yo nos hemos dado cuenta que lo nuestro sigue vivo y que tenemos que darnos una nueva oportunidad. Dentro de tres horas estaremos volando para Estados Unidos donde iniciaremos una segunda aventura juntos, con la esperanza de que sea la definitiva. Te agradezco estos meses de cariño que me has ofrecido, pero debes comprender que son muchos los años que compartí con Steve y a la hora de desequilibrar la balanza tu has sido el perjudicado. “
Cuando me lo contó me confesó que si bien estaba muy triste y dolido, también sentía una especie de liberación y tranquilidad porque la situación de los dos americanos en su casa le estaba corroyendo las entrañas, por un lado quería confiar en Jimmy y auto culparse por las dudas y por otro tenia la certeza de que entre ellos algo ocurría por muchas señales que constantemente le saltaban a la vista.

sábado, 18 de junio de 2016

153. Americanos en Madrid

La felicidad es un bien muy escaso, sobretodo en algunos barrios. Y si no que le pregunten al pobre Paquito que ya tiene una borrasca en su casa que lo tiene bien preocupado.
Apenas llevan unos meses su pareja americana y él viviendo en su casa cuando apareció otro protagonista entre los dos que ha sido la causa del sin vivir de mi amigo.
Jimmy, su novio americano, ya tomó sus vacaciones porque el curso que estaba dando llegó a su fin. Aprovechando su inactividad pidió a Paquito poder invitar a la casa a su ex pareja, otro americano de Detroit con el que estuvo muchos años saliendo y que, según parece, quedaron como muy buenos amigos.  
A Paquito tal solicitud no puede decirse que le entusiasmó, pero negárselo a Jimmy hubiera supuesto en desencuentro seguro con él. Un ex amante de tu pareja en la propia casa puede ser fuente de , por lo menos , algún malentendido.
Cuando mi amigo me lo consultó estaba totalmente de acuerdo en su poco entusiasmo, pero ambos tomamos el camino de la concordia, del mutuo sentimiento de confianza que debe existir en todas las parejas y  para no parecer casposos ante la modernidad y la liberalidad de los jóvenes yanquis, optamos, sobretodo Paquito que es quien debe tomar la decisión, por acceder a la llegada del antiguo amante llamado Steve.
El tal Steve ha resultado ser un espigado bigardo, tal alto como su ex pareja aunque con más personalidad y mucho más desparpajo.
El ambiente dentro del domicilio de Paquito ha cambiado radicalmente, el protagonista de todas las conversaciones, el que marca las actividades del día, el alma de la casa es , sin duda, el nuevo inquilino.
Mi amigo también ha notado un cambio de estado de ánimo en Jimmy, ahora está mucho más contento, más activo, no solo en las labores de la casa, incluso a la hora de planear salidas y, junto con su compatriota, elaborar ocupaciones para ellos dos.
Yo solo he visto juntos a los dos americanos una vez, quedamos en una terraza de Chueca para presentármelo, y puedo asegurar que la buena relación entre ellos es muy visible, se nota una camaradería por encima de la que se pudiera esperar  de unos simples amigos, y más con el lastre de haber sido pareja durante muchos años y tener que pasar por el cataclismo de una ruptura con las heridas que produce.
Esto no puedo decírselo a mi amigo pero mucho más parecen pareja los dos yanquis que Jimmy y Paquito. Él mismo ya me ha comentado que en casa , a partir de la llegada de Steve, el que parece invitado es él mismo.
Bueno a veces en vez del invitado, - me decía – lo que parezco es la chacha de la casa, tengo que cocinar, poner la lavadora, y hacer el aseo completo.
Algo que igualmente a cambiado en la vida de mi amigo y su americano ha sido la frecuencia en las relaciones sexuales. Al parecer se han minimizado drásticamente porque a Jimmy le corta la presencia de su ex en la habitación de al lado.
Al menos esa es la razón esgrimida, aunque Paquito ya tiene su propia teoría.
- No te imaginas, Rafa, la desagradable sensación que tengo cada mañana cuando cierro la puerta de la vivienda para irme a trabajar. Dejar a semejantes maquinas de follar  solos en la casa, únicamente separados por una puerta , sabiendo que en su momento se gustaban mucho y sin que se me vaya de la cabeza el puto refrán “ donde hubo fuego quedan rescoldos” , me resulta un auténtico martirio
¿Tú crees que pueden estar follando cuando te vas?
-Más fácil no lo pueden tener, es como si yo se lo pusiera en bandeja.
-¿No serán elucubraciones mentales que te haces únicamente?
-La casa es pequeña, no se me ocurren que trampas pudiera poner para corroborar mis temores. La otra mañana cuando calculé que pudieran estar despiertos, volví de improviso a casa con la excusa de haberme dejado el móvil y el corazón a mil por hora. Por una parte necesitaba hacer esa comprobación, pero por otro lado me aterraba pillarlos en plena faena porque eso hubiera supuesto el fin de mi relación con Jimmy.
-¿Y?
-Esa maniobra solo sirvió para aumentar todavía más mis dudas. Cuando abrí la puerta estaba Steve duchándose y Jimmy en el marco de la puerta hablando con su ex que apenas cerró la mampara y todo su enjabonado cuerpo quedaba a la vista sin interferencias. Mi chico estaba en calzoncillos, unos calzoncillos evidentemente abultados por una semi erección que pudiera deberse, o bien a lo que estaba viendo, o a la reacción habitual que tiene en cada despertar.
-¿Se cortaron cuando apareciste? ¿Notaste algún nerviosismo en ellos?

sábado, 11 de junio de 2016

152. Sex chat

Sin esperarlo vino el viernes a casa Ángel a tomar café. Para no ceder a la tentación de hacer la siesta, habíaencendido el ordenador y repasando mi correo me sorprendió el timbre de la puerta impulsado por Ángel.
Apenas vio la pantalla encendida me pregunto:
¿Estas chateando con alguien?
Pues no, - le respondí,- esas cosas ya hace tiempo que no las hago.
No te hagas el cultureta, todos en momentos de aburrimiento tenemos el impulso de chatear.  Aunque ahora es mucho más fácil hacerlo con el móvil, lo del sex Chat está cada vez más de moda. Espera te voy a enseñar algo.
Buscó el móvil de su cartera y empezó a manipularlo mientras me explicaba:
La otra noche me abrí un canal en una aplicación de sexo de las que tanto abundan en la red y que está muy en boga, más que nada por ver si tenía algo diferente a las demás.
Pronto me llamó la atención un nick tan sencillo como el número 40 y cuyo mensaje rezaba así“Hétero masculino con ganas de probar, bien dotado y buen culo.” La conversación adquiere importancia en virtud de este  mensaje y por eso la guardé. Toma,léetelaaquí esta toda. – Me entregó su teléfono y permaneció a mi lado mientras leía.

Yo .- Hola
40 .-  Hola, ¿Qué tal? ¿Por qué zona estás? 
Yo .- ¿Qué buscas?
40 .- Buscaba mamadas, pajas, follar. De todas formas tengo que decirte que no tengo mucha experiencia.
Yo .- Mola
40 .- ¿Qué te gusta a ti?
Yo .-Besar, acariciar, tocar, chupar, dar placer y que den placer.
40 .-Mmmmm
Yo .- ¿Fotos tienes? 
40 .- Si. – aparece una foto de un cuerpo tonificado desnudo por completo aunque tapándose el pene con la mano abierta – Mándame tu alguna.
Yo .- Ahí va esa – una bonita foto de Ángel en calzoncillos ilumina la pantalla - ¿te gusta?
40 .- Me encanta, te mando dos más. – un rotundo culo abierto por completo gracias a la posición del chico a cuatro patas apareció a continuación, e inmediatamente después, se podía ver otra foto de un erecto rabo de buenas dimensiones.
Yo .- Ufff
40 .- Querría acariciártelachupártela y que me folles despacio y con morbo…
Yo .-¿Desde cuando te van los chicos?
40 .- Más que los chicos me molan las relaciones bisexuales. Ahora mismo estoy relajado, te dejaría hacer lo que quisieras
Yo .- ¿Qué te apetece?
40 .- Tumbarme , encomendarme en tus manos, que me utilices
Yo .- Dime ¿Cuándo?
40 .- Ahora mismo sería guay, pero mi mujer está durmiendo en la habitación contigua.
Yo .- Ven, te hago todo lo que quieres, para que disfrutes
40 .- ¿Me tumbarías en tu cama?
Yo .- Si por supuesto
40 .- Te dejaría follarme varias veces.
Yo .- ¿Tienes ganas?
40 .- Muchas
Yo .- ¿Qué me harías?
40 .- Chupártela despacio, muy despacio, sentírtelaen mi boca, jugar con tu glande y bajar hasta los huevos y dejar que me folles la garganta despacio.
Yo .- Que rico yo ya estoy acariciándome
40 .- Después de chupártela, una vez que estuviera bien dura, la cogería y metería la punta en mi ojete para que entre despacio…
Me pondría de tal manera para que vieras como va desapareciendo tu verga dentro de mí. Primero las entradas y salidas serían a ritmo lento, tu estilete recorrería circularmente la antesala a la gloria.
Yo .- ¿Qué posición prefieres?
40 .- Para sentirte más duro yo me sentaría encima de ti, primero mirándote, después al revés para que pudieses ver como u polla aparece y desaparece en mi interior. Seguro que me agarrarías de las caderas  mientras me follas.
Yo .- Quiero oír como me pides rabo
40 .- Siii fuerte, más fuerte!!!   Cuando estés a punto de no aguantar más, me tumbaré en la cama boca arriba, me levantarás las piernas con fuerza y la meterás con precisión.
Yo .- Si, para ver como gozas
40 .- Mientras jadeo y te pido más, te agarraré del culo y te empujaré hacia mí. Cuando sientas que te vas a correr, agarraras mi polla , la acariciaras sabiamente para hacer coincidir nuestras orgasmos.
Estoy muy caliente, voy a eyacular ya
Yo .- Lo mismo que yo….
40 .- ¡¡¡Yaaaa!!!

En este punto terminaba la conversación. No pude por menos que comentar con Ángel la contradicción de su mensaje anunciador, con sus palabras posteriores llenas de experiencia. 
-  Hace falta mucha práctica  para saber tan detalladamente el discurrir de un buen polvo y cuales son las mejores posiciones y los resultados de cada una . ¿Heterosexual? Lo dudo. ¿Ganas de probar? Este tío lo ha probado mas veces que tu y yo juntos.




sábado, 4 de junio de 2016

151. Prohibido besar

                   


No soy especialmente futbolero, pero cuando tu ciudad tiene a los dos finalistas de la mejor competición europea, la celebración del ganador está asegurada y eso si me parece muy atractivo. Y, sobretodo, a quien más le gustan esas fiestas post victoria es a Paquito, esa concentración de hombres, generalmente jóvenes, ebrios de alegría, generosos en los abrazos a todo aquel que se les cruce por delante, descamisados si el tiempo lo permite, le resulta demasiado tentador a mi amigo como para perdérselo. 
Lleva Paquito unos meses saliendo con un joven americano, profesor de español, espectacularmente alto, de fácil sonrisa aunque perezoso a la hora de practicar el castellano, y hace unos días han decidido vivir juntos en la casa de mi amigo. Todo parece ir por buen camino y la ilusión de ambos es visiblemente manifiesta. 
Pero la multitudinaria celebración en La Cibeles de los aficionados madridistas era algo que Paquito no podía perderse, aprovechando que su novio yanqui no entiende nada de fútbol, decidió dejarlo en casa e involucrarme a mí para acompañarle a la manifestación de alegría como dos forofos más.  
Mientras llegaba la hora en que aparecieran los jugadores para ofrecer la copa a la diosa pagana y, aprovechando la cercanía entre Chueca y Cibeles, decidimos tomar una cerveza en el local de costumbre. La pantalla de tv donde pasaban la entrega de la copa a los vencedores, acumulaba la atención de los clientes del lugar y facilitaba la comunicación entre los espectadores, rompiendo las barreras habituales de los locales de ambiente. Un muchacho que observaba junto a mí el televisor comenzó a comentar conmigo lo que sucedía en el estadio. La charla se fue animando poco a poco y al cabo de un rato ya perecíamos  viejos amigos, de tal forma que, a la hora de salir hacia la plaza de La Cibeles, se apuntó a venir con Paquito y conmigo.
No tardamos en darnos cuenta que este muchacho y yo teníamos intereses comunes, ambos nos atraíamos el uno al otro tal y como fuimos comprobando en nuestra actitud a lo largo de la noche. Cuando el capitán del equipo alzó la copa sobre la cabeza de la diosa, la algarabía se elevó a lo sumo, el abrazo que este chico y yo nos dimos tenía una intensidad especial, pude sentir su calido y fibrado pecho pegado al mío, notar la respiración que brotaba de su boca tan cercana a la mía, sus fuertes brazos que prolongaban la unión. El momento se intensificó cuando unió su cadera con la mía quedando nuestros excitados penes pegados fuertemente uno sobre el otro haciendo imperceptible la tela de los pantalones que los separaba. Nuestros labios sonreían y la tentación del beso era demasiado fuerte, por un segundo desapareció toda la multitud a nuestro alrededor, y fue Paquito quien nos devolvió a la realidad con un codazo oportuno señalando con  una mirada alarmada a todos aquellos hinchas que no hubieran visto con buenos ojos esa demostración de deseo que nos cegó durante esa décima de segundo.
Isaías – que ese era su nombre – y yo estallamos en una carcajada espontánea por nuestra osadía y comprendiendo que ese no era el lugar, nos unimos al gentío en su celebración hasta que los jugadores desaparecieron en el autobús Castellana arriba.
Despedimos a Paquito y le invité a tomar la última en mi casa.
Apenas cerré la puerta me volví hacia Isaías  para recuperar aquel beso que no pudimos consumar. Y aquí empezó mi confusión ante el inesperado gesto de retirarme la cara y las palabras que este muchacho me dijo a continuación.
Antes que nada tienes que saber que yo no soy totalmente gay, mas bien me podría definir como bisexual y entra las cosas que no hago esta el  besar.
Dicho esto, Isaías se arrodilló ante mí, comenzó a manipular mi cinturón para abrirlo, continuó abriéndome la cremallera del pantalón y tirando de este y del slip a la vez, los bajó  hasta dejarlos a la altura de  mis rodillas. Una vez que mi verga quedó al aire, el muchacho se la llevó directamente a la boca manipulándola con los labios para lograr una erección que no tardó en llegar. Para no besar usaba de maravilla sus labios y su lengua.
Con esa declaración de principios que hizo apenas entramos, y sin saber que le permitía hacer su condición de bisexual o no, permanecí a la espera de que fuese él quien marcara la pauta a seguir.
Cuando consideró que mi erección era la apropiada, se puso en pie y se desnudó por completo invitándome para que yo le imitara. Su cuerpo moldeado me pareció estéticamente perfecto, sobresalía  una cuidada depilación a excepción de un recortado círculo de vello púbico alrededor de un tieso y palpitante pene más largo y grueso que el mío totalmente descapullado. 
Ya en el sofá, paseó su boca y lengua por mi rabo, mis testículos, recorrió la vaguada entre mis piernas hasta llegar al orificio sagrado. Aunque nunca probaré su boca si que pude comprobar su tamaño cuando se colocó tumbado en posición horizontal entre mis piernas y se metió dentro de ella mi pene y los huevos a la vez; reconozco que me excita tener un bisexual solo para mí
Tanto empeño y maestría puso que me derramé  yo primero aunque con su beneplácito pues le avisé antes de terminar regando su pecho con mi semen. Esperéagradecido a que vaciara sus testículos, se vistió sin dejar caer ningún gesto de dulzura y poco antes de abandonar la casa me dijo:
Dame tu número de móvil, pero tendrás que disculparme que yo no te de el mío, mis circunstancias personales y familiares me obligan a ser cauto, al menos de momento.
No te preocupes – le respondí – soy un tipo discreto.
Es que tengo novia y no la pienso dejar. Reconozco que me encanta chupar los rabos a los tíos. Mi mayor fantasía sexual es hacerlo con un travesti, me pone mucho pensar en un cuerpo de mujer con un  gran pene
       - ¿Y lo de no besar? – le pregunte para tratar de entender ese tipo de bisexualidad                 que puede chuparlo todo, pero no puede besar. 
No beso porque eso no me va.  
Le di el número y sin un beso de despedida se marchó.