Vivencias de un gay

sábado, 28 de febrero de 2015

84. Relaciones íntimas


Ya hemos contratado el viaje para Marruecos. Iremos primero a Tánger y luego a Marrakech. Aquí tenemos la opción de hacer un recorrido por el desierto y los oasis con camellos incluidos, luego Fez y regreso a Madrid. Si encuentro mi morito marchoso, me olvidaré de desiertos y camellos y si no, pues... a tragar arena.

Ayer estuve toda la tarde con Paquito ultimándolo todo y tomando una cerveza. Está enfadadísimo conmigo porque aún no le he presentado a Ángel, pero, la verdad, no tengo ninguna prisa.

sábado, 21 de febrero de 2015

83. Identidad oculta


Estuvimos este sábado en la casita de Ávila. Bueno, en realidad solo estuvimos durmiendo. La casa no reúne muy buenas condiciones como para estar mucho rato, porque en aquella zona la temperatura es dura pero, eso sí, la comida es espectacular.

sábado, 14 de febrero de 2015

82. El regalo de San Valentín


Se acerca San Valentín y un año más me creo sin derecho a regalar ni a ser regalado. No parece que el niño entre en ese juego y si no lo nombra él, yo permaneceré callado. Imagino que será la zorrita de su «novia» la destinataria oficial de su ofrenda, al menos para cubrir las apariencias.

Sin embargo, como cada año por estas fechas, no puedo dejar de recordar el especial San Valentín que viví hace unos años. Fue durante el penúltimo curso de la carrera. Marina, mi amiga y compañera de curso favorita, me propuso un juego que, sin ser nada original, podía resultar divertido en aquel momento en que la juventud lo justificaba todo. Sin estar completamente seguro, sostenía la idea de que mi compañera podía ser lesbiana, y lo sucedido ayudó a intensificar esa intuición.

lunes, 9 de febrero de 2015

81. Y Jesús se hizo carne


El niño se está convirtiendo en una caja de sorpresas sin fin, cada día me proporciona una nueva historia y no precisamente de las que me gustan.

Regresó el martes a Madrid y nos hemos visto durante dos tardes seguidas. ¡Vaya un récord! Me contó su montería, sus compromisos familiares, en definitiva, su estancia en Sevilla sin nada interesante y, según me prometió, sin la presencia de su ex.

El miércoles por la mañana al niño le faltó tiempo para ir a su piscina favorita. El ejercicio era la excusa perfecta aunque todos sabemos las razones auténticas que arrastran a Ángel a ese sugerente lugar. Sin embargo, esa mañana las cosas no le iban a salir como él esperaba; pudo comprobar cuánta razón tiene la letra de esa canción que dice: «Sorpresas te da la vida...».

martes, 3 de febrero de 2015

80. ¿Quién pone los condones?


Al final me fui a Sevilla y ha sido la decisión más desafortunada que he tomado en estos últimos años.

El sábado en el AVE llegué a la estación de Santa Justa y en vez de encontrar al niño esperándome, recibí una llamada para decirme el hotel en el que me había reservado habitación y que a la tarde se pasaría por allí.

Afortunadamente, el clima sevillano nada tiene que ver con el frío de la capital. Un brillante sol y una sensación cercana al ambiente primaveral siempre ayuda cuando uno está en actitud de permanente espera y sin saber qué ocurrirá en los siguientes momentos.