Vivencias de un gay

sábado, 21 de enero de 2017

184. Caballos y jinetes

                                                        
Al parecer el único que no estaba enterado del nuevo juego del muelle, o también llamado de la ruleta, era yo.  Pero en este momento os puedo asegurar que ya soy todo un experto.
El viernes me llamó Ángel:
Rafa el otro día unos chavales que conocí en Chueca me invitaron a su casa para tomar algo y jugar al muelle, no veas lo bien que me lo pasé.
¿Al muelle? ¿Y  qué clase de juego es ese?
Bueno también lo llaman la ruleta  sexual – trató de aclararme el niño.
Imagino que nada que ver con la ruleta tradicional donde se juega el dinero ¿no?
Bueno a la que yo estuve jugando le añadimos el aliciente del dinero. En realidad es un invento que ha llegado de Medellín, la ciudad colombiana. Lo practican normalmente los adolescentes heteros, pero, ya sabes Rafa, que las cosas corren como la pólvora y aquí ya nos lo hemos apropiado.
Bueno pues ya me invitarás la próxima vez – le contesté por cortesía.
¡Claro! Precisamente por eso te llamo, mañana me han vuelto a invitar y me han dicho que si puedo que lleve a un amigo. – exclamó exultante Ángel.
Contagiado por su entusiasmo y sin más explicaciones, llegamos el sábado en la tarde hasta una casa unifamiliar cerca de Vicálvaro en el pequeño utilitario del niño. Nos recibió un espigado chaval de amplia sonrisa y educados modales que supuse, con acierto, era el inquilino de la casa.
Tras tomar unas cervezas en espera de que fueran llegando todos los invitados, los expertos del juego se dispusieron a preparar el escenario. Retiraron una mesa y colocaron cinco sillas en círculo. Ocho éramos los participantes, por fortuna había un chico de mi edad porque el resto no pasaría de los 35 años.  Reconozco que todos mantenían un aspecto bastante atractivo y, sobretodo, el ambiente era simpático y agradable. Los dos mayores éramos los nuevos en el evento y todos nos dedicaban una atención especial que resultaba reconfortante.
Para los que no saben muy bien de que va esta juego – empezó a explicar el dueño de la casa refiriéndose a  y al otro novato – hoy seremos cinco caballos y cuatro jinetes. Todos tenemos que estar desnudos, al menos de cintura para abajo. Los caballos se sentaran uno en cada silla del círculo, tendrán que tener la polla bien erecta y los jinetes cabalgaran encima de cada una de esas pollas durante treinta segundos, rotando constantemente. Se van eliminando aquellos caballos que antes  vayan perdiendo la erección, bien porque se corran o porque se les caiga la polla y no puedan entrar en los culos de los jinetes. Solo habrá un ganador, el que se corra el último. Los demás pagaran cincuenta euros para irnos después a cenar.
Entre risas y alborozo nos quitamos pantalones y calzoncillos. Cinco de nosotros ocupamos nuestras sillas y otros tres, entre los que estaba Ángel, se mantuvieron en pie. Repartieron los condones e inmediatamente todos empezamos a maniobrar nuestros miembros en busca de la exigida erección. Todos hacían sus progresos menos yo que no lograba pasar de morcillona. Los jinetes mientras tanto, preparaban con vaselina sus agujeros. Cuando Ángel vio mis dificultades, acudió a mi lado, se agachó y comenzó una felación para que yo comenzase el juego en igualdad de condiciones que el resto. Fue una mamada que nos sirvió a todos, a mi como sujeto activo y a los demás como mirones para excitarnos suficientemente como para empezar el juego.  Alguien gritó “ya” y pude ver como el niño se sentaba sobre mí, se metía mi polla y cabalgó frenéticamente hasta que un nuevo grito: “cambio” le obligó a dejarme y pasar a la silla del vecino para meterse su miembro y subir y bajar a buen ritmo entre los suspiros de todos los caballos. Así fui metiéndosela a los chavales llamados jinetes entre gritos de placer y risas de nerviosismo de casi todos los participantes. El caballo contemporáneo mío en edad fue el primero en correrse y fue precisamente en el turno de Ángel. Recordé que mientras tomábamos la cerveza preliminar me había comentado lo guapo que el niño le parecía. Discretamente retiró su silla del círculo y se quedo como mero espectador.  El segundo eliminado resulto ser un joven de incipiente barriguita y pequeño pene, no por llegar al orgasmo, sino presa de un violento ataque de risa que le desconectó totalmente del juego. Yo fui el tercero, en la enésima vuelta mi cabeza empezó a hartarse del jueguecito y mi pene perdió la necesaria consistencia como para poder entrar en ninguno de los dilatados culos de los jinetes. El dueño de la casa fue el vencedor, su erección se mantuvo incluso después de ducharse en uno de los cuatro baños que tenia la vivienda. 
La cena, en un restaurante cercano, resultó muy entretenida y para  lo mejor de la jornada aunque no para el resto que estaban todos entusiasmados con el desarrollo del juego y preparando ya la siguiente reun

7 comentarios:

  1. Peligrosisimo este juego. Como esto trinfe las enfermedades venéreas van a aumentar considerablemente

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  2. Que alguien me diga donde puedo encontrar gente para este juego. Seré el mejor jinete que puedan encontrar

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  3. Caray lo que se aprende leyendo este blog vaya una manera de pasárselo bien aunque me parece bastante salvaje no se puede ir con gente amiga porque eso de ver a tu amigo como se lo montan o como folla a los demás debe ser muy incómodo

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  4. AYER PUDE LEER MAIS NO PUDE COMENTAR.EL BLOG NO DEJAME.
    NO GUSTAME EL JUEGO
    NO GUSTAME QUE RAFA A TODO PRESTASE
    NO GUSTAME RAFA QUE SIEMPRE LO INVOLUCRA.
    NO GUSTAME SER GAY

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  5. Me gustan mucho los caballos pero tras leer esta entrada me atraen más los caballos y jinetes que aquí salen.
    A mi solo leyéndolo ya me hubieran eliminado

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  6. Tengo una duda con ese juego: si uno de los jinetes no está perfectamente limpio, va a ir dejando materia marrón en todos los caballos y estos van a ir ensuciando al resto de los jinetes ¿noo? La verdad es que me parece una guarrada de mucho cuidado. Conmigo que no cuenten para esa asquerosidad.

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  7. Es la primera vez en mi vida que veo escrita la palabra caballos con tres eles ja ja ja y encima en todo el titulo de la entrada para mearse de risa ja ja ja

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