Vivencias de un gay

sábado, 16 de mayo de 2015

95. Vocación de libertad


Ya lo tengo todo listo. Anoche me trajo Paquito el talonario de la agencia para los hoteles y el billete del avión. Se está encargando de todo puesto que a mi me falta tiempo por atender a toda mi chiquillería y también ando un poco escaso de ilusión.

Me llamó Jesús para disculparse por su comportamiento del sábado. Yo no le di importancia ni entonces ni ahora, pero Ángel sí que le debió montar una gran bronca y el chaval estaba bastante afectado.

―Me gustaría que perdonaras mi descortesía al marcharme tan apuradamente y no haber aprovechado tu invitación ―me decía―, pero no estaba en buena disposición para pasar una agradable tarde. Había discutido con mi novia ―¡de nuevo las putas novias!― y no llevaba el ánimo predispuesto para superar un ambiente tan hostil como encontré en la sauna.
―¿Hostil? ―mi pregunta surgió espontáneamente por lo inesperado de la apreciación―.
―Me refiero a la presión de todos aquellos hombres que no dejan de mirarte constantemente e, incluso, en uno de los cuartos de vapor llegaron a tocarme los genitales. Sentí coartada mi libertad de espacio y movimiento; por un momento llegué a pensar que era un objeto expuesto a ser observado y tocado por todos aquellos señores de miradas libidinosas.

¡Y todo eso en diez minutos que estuvo! Evidentemente, no fue una buena idea llevarlo a la sauna, pero mucho me temo que cualquier otro lugar de ambiente le va a parecer igualmente presionante y ¡hostil! Recuerdo que nada más con contarle lo que era un cuarto oscuro ya me puso mala cara. Encima, yo he quedado ante él como un forofo de las saunas porque me dijo:
―Te aseguro que fui a la sauna con la esperanza de que lo pasaría muy bien por la ilusión que tú tenías de ir. Ya sé que es un lugar que te encanta aunque, la verdad, ahora que lo he visto no comprendo muy bien por qué. Los señores que vi no tienen nada en común contigo, tú eres un chico distinguido y educado y aquellos tipos parecían cerdos en el corral esperando la comida.
―No seas tan radical, Jesús. Que tu impresión primera te resultase mala, no significa que todos los que allí estaban fuesen como tú los has definido. Las saunas gais son, principalmente, un espantasoledades, un mal remedio, pero remedio al fin, para que todos tengan la oportunidad de tener un contacto humano, aunque sea tan efímero pero a la vez tan necesario entre los seres vivos.
―Pero tú no estas solo.
―Cierto, ahora tengo dos buenos amigos. Por eso voy mucho menos a las saunas.
―Ángel me ha dicho que otro día iremos los tres y que él no me va ha dejar salir huyendo .Te aseguro que cuando él dice una cosa lo hace, siempre he admirado su decisión y su valentía.

Estoy convencido de que este chaval sigue colado por el niño. Si hubieran ido juntos a la sauna, seguro que en vez de largarse tan pronto, aprovecharían cualquier cabina libre. De lo que ya no estoy tan seguro es que ese sentimiento sea correspondido. Cada vez pienso con más firmeza que Ángel es un alma con demasiada vocación de libertad, al menos con su edad; quizás en el futuro sea distinto, pero hoy por hoy sus alas tienen mucho por recorrer.

También hablé con él ayer pero está agobiado preparando su examen del viernes y apenas cruzamos dos palabras.

Tengo un sentimiento extraño. Por una parte, la inminencia del viaje me remueve el estómago en un cóctel de ilusión, intriga y preocupación. Pero también estoy triste por lo que dejo aquí, tengo la certeza de que al regreso de Marruecos las cosas entre Ángel y yo no serán las mismas, creo que nuestra andadura juntos está finalizando, el niño ya no es tan niño ―al menos de coco― y yo puedo ser chapapote en sus alas de libertad. Un sentimiento de nostalgia adelantada me oprime la garganta.

Ayer me enteré de algo que puede ser muy significativo: Jesús y Ángel se van el próximo fin de semana a pasarlo en la casita de Ávila con sus respectivas novias, «a rememorar aquellas primeras experiencias de adolescencia», según sus palabras. Ellos vuelven a su mundo que, seguramente, es el que les corresponde, y yo deberé sumergirme en el mío. Ellos en una luminosa superficie pletórica de esperanzas y yo en el abismo negro de la soledad.

Reverdecer sus experiencias de antaño puede ser todo un mundo de posibilidades. Antes la comedia era individual y ahora ambos muchachos la pueden compartir, van a ser compinches frente a la idiotez de sus novias y esa complicidad los puede unir fuertemente. Y aunque sé que los objetivos de ambos son diferentes, me inclino a pensar que en ese juego quien va a ganar es Jesús, por mucho que a este le parezca más listo su amigo.

El caso es que desde mi perspectiva personal, nuestros caminos se separan de momento, ellos hacia su ambiente pijo y superficial donde lo pueden tener todo y yo a donde siempre estuve, espero que este paréntesis en Marruecos me depare, al menos, unos días de perdición y diversión.

11 comentarios:

  1. PARECEME BIEN QUE RAFAEL YA SE HA DADO CUENTA DE QUE ESOS CHICOS DE OTRO AMBIENTE SON. ELLOS PAREJA SE HARAN Y DE MENOS IMPORTANCIA SERAN PARA RAFAEL. GUSTAME QUE VUELVA A SU MUNDO TRANQUILO. PELIGROSO SERA IR A MARRUECOS. LOS ÁRABES NO QUIEREN A LOS DE OTRAS RELIGIONES. DECIR ALLI QUE SON CRISTIANOS NO DEBEN. MEJOR IR NO TENDRIA QUE HACER

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    1. Se nota que eres extranjero pero tu profesor de español no te enseño el orden de la oración tienes que recordar que primero va ,normalmente ,el sujeto con el adjetivo si lo lleva, el verbo y por último el sustantivo y otros complementos

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  2. Francamente ya tengo claro cuál es tu papel ,Rafael, en ese trinomio que llevas con los niños pijos. Creo que tu papel es el de escopeta, es decir, ellos van a formar pareja. Es muy significativo que se marchen a Ávila juntos creo que eso ya lo aclara todo. Tú francamente creo que estas de pegote ya sé que te lo estás tragando y que lo reconoces, ahora ya sólo te toca asumirlo

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  3. Me ha gustado mucho eso de espantasoledades creo que los homosexuales somos los seres más solos del mundo pasamos la niñez solos porque nos creemos únicos en nuestra rareza después nuestras compañías siempre son ocasionales y llegamos a la vejez solos porque sin hijos sin mujer y sin familia nos toca morir solos

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  4. Me ha gustado mucho eso de espantasoledades creo que los homosexuales somos los seres más solos del mundo. Durante nuestra niñez nos sentimos solos porque creemos que no hay nadie como nosotros en nuestra rareza después nuestras compañías son ocasionales y en la vejez sin hijos sin mujer sin familia nos toca también morir solos.

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    1. tienes toda la razón amigo nosotros somos los más solos del mundo pero una cosa sí es clara todo el mundo se muere solo la muerte es algo que uno tiene que hacer sin ninguna compañía

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    2. ¿Alguien ha leído 'Cien años de soledad'? La soledad no mira sexo ni orientación...

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    3. tienes razón la soledad es un virus implacable que no mira ni sexo ni orientación ni edad ni nacionalidad es una de las maldiciones de el ser humano. Perfecta esa referencia a la novela de cien años de soledad soy un gran admirador

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  5. Por lo que veo ahora hay mucha gente que tiene su novia y son maricones a la vez.Ultimamente me he encontrado dos tipos un albañil bruto e ignorante y un ingeniero con mucha pasta que tenían esa misma circunstancia. yo no sé si es puro vicio o es que se hartan de sus mujeres y ala hora de cambiar ven más fácil irse con chicos

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  6. Ja ja Es q los mariquitas soMos muy facilones. En cuanto vemos un tipo con aspecto de macho ya nos dilatamos. La putada es q ya no hay machos puros ahora todos son pasivorros o versatiles q es lo mismo. ¡Donde estáis los hombres?

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  7. uy uy uy el ángel ha propuesto ir los tres a la sauna aquí huele a trío por favor hacerlo ya y contarnoslo con todo detalle. si necesitáis un cuarto hay estoy yo porque los dos chavales me ponen mogollón el Rafael lo tendría que aguantar pero valdría la pena sólo por estar con esos dos pedazos de chavales ya que cuanto más pijos más me gustan

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