Vivencias de un gay

sábado, 14 de noviembre de 2015

122. Cambio de cerradura


Ayer me ocurrió algo que me tiene muy preocupado. Cuando regresé a mi casa después del trabajo, apenas entré, sentí la sensación de como si hubiera alguien dentro. Con el corazón encogido recorrí hasta el último rincón y no encontré a nadie. Más tranquilo me puse a analizar habitación por habitación y pronto tuve la certeza de que alguien había estado allí.

No estaba nada revuelto como aparece en las películas cuando han robado o registrado una casa, pero poco a poco pude comprobar que una mano extraña había abierto mis cajones y, con cierto cuidado, registró mis cosas. Todo está ligeramente movido, a simple vista y sin saber ciertos detalles mínimos que yo solo sé, nada se notaría, pero es seguro que alguien ha visitado todos mis armarios, todos mis cajones e incluso han mirado en mi botiquín y en el armario del baño. No se han llevado nada, en realidad no tengo nada de valor como para justificar un robo, pero tengo un reloj de oro que si vale una pasta, en dinero tengo unos trescientos euros en metálico y alguna chorradita más como anillos, sujetacorbatas, cadenas, pulseras... no todas buenas, pero que al menos lo parecen.

Me atrevería a decir que todo lo han visto e, incluso, lo han tocado, pero nada se han llevado. La cerradura de la casa está intacta, ni un rasguño. Tengo una alfombra con la que todo el mundo se tropieza y se queda arrugada. Yo siempre la estiro cuando eso ocurre, nunca la dejo mal y yo ya la conozco lo suficiente como para no tropezar nunca. A pesar de que desde hace muchos días no viene nadie a mi casa, la alfombra estaba arrugada. Cada vez que miraba algo, más me convencía de que alguien había estado dentro de mi casa y más nervioso me ponía; hubo un momento en que empecé a sudar, pero con una sensación de frío muy extraña.

Pensé en llamar a la policía, pero claro, si no hay robo no hay delito, y el orden en la casa es evidente para cualquiera que no sea yo mismo, que sé perfectamente como estaban las cosas cuando me marché esa mañana. No sabría qué decir a los inspectores y seguro que se reirían de mis sensaciones.

En mi edificio hay una señora mayor que vive, prácticamente, en su ventana. Se me ocurrió visitarla para contarle lo que me había ocurrido. Lo que me dijo no me tranquilizó en absoluto:
―Esta mañana estuvo un señor muy alto y con traje esperando a alguien durante mucho rato. A veces estaba en la cera de enfrente, en otros momentos se quedaba apoyado cerca de la pastelería y otras veces se colocaba por el portal donde casi no podía verlo. Lo que no sé es a quién esperaba. Debió haber entrado con alguien cuando me llamó mi hija, pero sí que lo vi, ya cerca del medio día, marcharse y casi podría asegurar que salió de nuestro portal.
―¿Y le dio la impresión de que estaba esperando como para entrar a robar? ―la interrogué―.
―No, ese señor no era un ladrón. Esperaba a alguien y si hubieran entrado ladrones, él los hubiera visto. No, este señor que yo vi era un hombre muy elegante y de buena presencia.

He llamado a Paquito para contárselo y me ha dicho algo que quizás tenga razón:
―Estás mucho tiempo solo y lo que te pasa es que tienes unos ligeros síntomas de paranoia. Tienes que tranquilizarte, piensa que ningún ladrón se toma la molestia de tratar de dejar las cosas en orden... algo se hubiera llevado, seguro. Cuando uno se empieza a sugestionar con ver cosas raras, cada vez nos parece todo más evidente. Trata de dormir y mañana lo verás todo de otra manera.

De todas formas, hoy Paquito no estaba muy hablador, su novio tomará vacaciones la próxima semana y se quedará todo ese tiempo en su pueblo. Lo de cuidar a su madre es innegociable y de nada ha servido proponerle un sin fin de planes para irse juntos a cualquier sitio a disfrutar esos días libres. Incluso tuvieron las primeras palabras subidas de tono entre los dos cuando Paquito sugirió ir un día a su pueblo para verse algún rato. «Si se te ocurre ir por mi pueblo, será lo último que hagamos juntos ―lo amenazó―. Para que lo nuestro siga adelante es absolutamente necesario que no se mezcle mi vida familiar con mi vida personal».

He pasado toda la noche dándole vueltas al asunto y a veces pienso que es todo sugestión de mi parte, pero cuando veo la alfombra arrugada tan exageradamente, no hay quién me quite de la cabeza la certeza de que alguien me ha visitado cuando yo no estaba en casa.

Hoy antes de salir he puesto trampas, de forma que si alguien entra en mi piso, lo sabré seguro.
Que yo recuerde, nunca le he entregado a nadie una copia de la llave de mi casa, con excepción de una señora que hace unos cuatro años venía a limpiar. Era una mujer ya mayor, de Salamanca, que dudo mucho tenga ninguna conexión con mala gente. Estoy seguro de que me devolvió la llave, aunque pudo haber sacado una copia, pero lo dudo tanto, y hace tanto tiempo de eso...

En cualquier caso, hoy saldré antes del trabajo y buscaré un cerrajero para que me cambie la cerradura. ¡Vaya rollo que he soltado! Pero eso es lo que hoy me preocupa. No hubo lugar en mi mente para los niños.

9 comentarios:

  1. Ahora esto es novela negra? Empieza la trama misteriosa.

    ResponderEliminar
  2. UN MISTERIO EL AMIGO DE PAQUITO TIENE ESCONDIDO. LA GENTE DE MADRID NO SON TODOS PERSONAS BUENAS.
    NO GUSTAME LO QUE TE PASA CON TU CASA DELINCUENTES PUEDES HABER LLEVADO PARA HACER SEXO Y VAN A ROBARTE.
    VIVIR SOLO NO GUSTAME Y ES TRISTE Y PELIGROSO. ES MEJOR VIVIR CON TU PAREJA PERO PRISA NO TENGAS QUE YA TE LLEGARA A MADRID

    ResponderEliminar
  3. Apuesto a que el angel se ha hecho con una copia de la llave y cuando tu no estas se lleva tios a follar a tu casa

    ResponderEliminar
  4. Nada de ladrones, en tu casa lo que hay son fantasmas ja ja. Si necesitas un cazafantasmas me avisas y luego me pagas con un buen polvo ja ja

    ResponderEliminar
  5. Mejor le dices al Paquito que no se ilusione con su novio. Ademas de mama enferma debe tener esposa gorda y un buen numero de retoños regados por ese pueblo al que no puede ir.
    Y vos no tenes familia? Nunca hablas de eso. Quizás tu mama ha ido a ver que hace su hijo y las mamas siempre cotillean entre las cosas de sus hijos. No debes preocuparte por la llave ni el dinero, solo esconde bien las peliculas o las revistas porno que tengás

    ResponderEliminar
  6. Supongo que en el siguiente capítulo habra un erotico relato con el cerrajero que vaya a cambiarte la cerradura. Yo ya me estoy relamiendo deseando leerlo. El sabado sabadete lectura nueva y pajete

    ResponderEliminar
  7. Este blog se ha puesto serio. Ahora en vez de calentarnos nos asusta con fantasmas o ladrones. Mal royito

    ResponderEliminar
  8. El capitulo anterior del cementerio es cojonudo. Me encanto creo que te superas cada vez contándonos tu vida. Y esta muy bien que nos cuentes cosas de tu vida de antes como lo del polvo en el coche. Lo de los chavales ricos esta bien pero es que son uno muy raro y el otro muy golfo. Yo personalmente prefiero tus historias de tu vida anterior. Gracias por ser gratis

    ResponderEliminar
  9. I like it The history is nice, probably a bit raised of tone but it continues serving me to improve my Spanish,

    ResponderEliminar