Vivencias de un gay

sábado, 23 de julio de 2016

158. Lisboa moderna y sexual

Al final, tras darme la paliza durante toda la semana para que nos fuéramos el finde a Lisboa, Paquito me convencióAl parecer había conocido a un señor lisboeta en la sauna y a falta de sexo, hablaron sobre las maravillas de la capital portuguesa en cuanto al ambiente gay.
El viernes a mediodía estábamos en la estación de autobuses de Méndez Álvaro esperando a saber en qué dársena colocarían nuestro autobús que nos llevará a la ciudad de la luz.  Reconozco que los vehículos actuales nada tienen que ver con los de antes que han generado toda una leyenda negra sobre los viajes largos en autocar, el trayecto, con buena temperatura interior y con un cómodo asiento, resulto mucho mejor de lo esperado.
Ya en la Terminal de Lisboa empezamos a deleitarnos con la vista de los muchachos tan guapos que se cruzaban con nosotros, los chicos portugueses siempre han tenido un atractivo muy especial, poseen una manifiesta virilidad que navega entre la tosquedad y una elegancia con tintes antiguos,  morenos mayormente, velludos pero de aspecto limpio, y los que tienen los ojos verdes contrastando con el tono oscuro de su piel, resultan fascinantes.
La noche del viernes nos dedicamos a conocer los distintos lugares donde movernos. El Barrio Alto es una de las zonas históricas en el centro de Lisboa, que se encuentra entre el Chiado y Príncipe Real. Es una de las zonas más antiguas de la ciudad, debido a que parte de la zona sobrevivió al terremoto de 1755 que destruyó parcialmente Lisboa. Actualmente, este laberinto de calles estrechas y empedradas, situado en las colinas de Lisboa, es el centro de la vida nocturna en la ciudad. En el Barrio Alto encontramos numerosos bares ,la mayoría son bastante pequeños , por lo que es común que las calles se llenan de gente divirtiéndose, hablando y bebiendo. Según nos dijeron, esto ocurre sobre todo los viernes y sábados por la noche.
La clientela gay tiende a centrarse en la Rua da Barroca, en particular en la intersección de esta con 
la Travessa da Espera, es donde nos mandaban todos aquellos a los que les preguntábamos, ese lugar es conocido como la "esquina gay”.
El sábado en la noche ya nos centramos más en el llamado barrio gay de Lisboa, es decir, fuimos donde se concentran la mayoría de los bares, discotecas y tiendas dedicadas a la comunidad LGBT. El barrio se llama El Príncipe Real y concretamente entramos en el Lua Rosa, que nos recomendó e, incluso, nos llevo hasta la puerta un travestícon el que charlamos en el restaurante que elegimos para cenar. Hizo bien en acompañarnos porque dudo que nosotros lo hubiéramos encontrado solos, en la pequeña puerta de entrada no existía nada que indicase la presencia de un local de ambiente. Un timbre podía servir de pista, timbre que hay que tocar y esperar a que alguien te abra la puerta. Apenas entramos al local, pequeño pero acogedor, nos pegaron un número en la camisa que nos sorprendió. Pronto nos enteramos del objetivo de ese numerito. En un rincón fuera de la vista general, estaba colgada una gran pizarra de corcho cuadriculada con números, donde tu puedes clavar  un papelito de los que estaban en la mesa con un mensaje, en la cuadrícula del número que quieras. Es decir, si tu has visto un tipo que te gusta, te fijas en su número y le escribes una nota que él verá cuando se de una vuelta por el cartel. Cuando vi un morenazo de un metro ochenta, un cuerpazo casi perfecto y unos ojos verdes que me dejaron mudo, entendí que ese número 12 que llevaba en su camiseta, era la puerta de entrada al paraíso en esa noche. Tras quince minutos de redacciónterminé la nota y la lleve a la pizarra. Justo en la casilla del 12 era donde más papelitos había pegados, incluido el que Paquito dejó unos minutos antes que yo. Lastimosamente en el lugar de la pizarra dedicado a mi número no hubo ni una nota en toda la noche. Pero mi gran sorpresa fue cuando , poco rato después, vi acercarse a nuestra mesa al muchacho de ojos verdes oceánicos, mirar sonriente nuestros números y dirigirse a Paquito, tomarle de la mano y llevárselo a otra estancia donde unas cabinas cerradas servían para culminar las citas generadas con ese jueguecito de las notas y los números. Cuando a los veinte minutos apareció Paquito ajustándose el cinturón y con un gesto de indudable satisfacción, le pregunte:
Por favor dime que le has puesto en la nota para que te eligiera tan directamente.
Tu sabes que yo siempre encuentro las palabras justas, tan solo le puse “ ciento veinte euros”
Reconozco que esa respuesta me resarció un poco la maltrecha autoestima que se me había quedado, pero por otro lado, hundió el mito que creé alrededor del precioso chico de ojos verdes. 
Cuando ya habíamos decidido cambiar de local, un hombre maduro pero con gran atractivo, se acercó a nosotros y en español se presentó y pidió permiso para sentarse en nuestra mesa. Era un brasileño que vivió en España algunos años y al escucharnos le provocó estar con nosotros. Fue una charla interesante y amable, sus constantes elogios hacia mi contribuyeron a que saliese del Lua Rosa con la moral por los cielos lisboetas.

7 comentarios:

  1. Jajaja sin duda el más divertido de todos las entradas que buen final me pilló de sorpresa muy ingeniosa esa ocurrencia de la frase magistral de este Paquito enhorabuena cada día lo haces mejor

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  2. Muchas gracias por la información este año voy a ir a Lisboa y con lo que me dices ya sé a qué atenerme está muy bien que alguien te hable de un sitio que vas a ir con una visión más cercana a lo que tú buscas muchas gracias

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  3. AYER DE REGRESO A MI TIERRA A MI PADRE NI SU AMIGA PORTUGUESA LE AGUANTA, YO NO HE VISTO HOMBRE GUAPOS EN PORTUGAL MAS A LISBOA NUNCA ME LLEVARON. PAQUITO SIEMPRE CON DINERO Y ESO NO GUSTAME DE ESTE SEÑOR NADIE LE QUERRA POR EL SINO POR CIENTO VENTE EUROS. ALGUN DIA YO VIAJARE A LISBOA Y A PARIS Y A MADRID CON MI PAREJA

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  4. Estimado Rafael tengo que decirte en mi escrito qué hay algunos errores en lo que cuentas de Lisboa. Yo he vivido varios años en la capital de Portugal y te aseguro que la belleza de los chicos portugueses solo es un mito, en realidad suelen ser bastante feos aunque en España muchos amigos míos pasivos les gusta la fealdad de estos chicos aunque luego se desilusionan al ver que muy pocos, a pesar de su aspecto rudo, son activos. La mayoría ,al igual que en todo el mundo menos en Marruecos, son pasivos. En cuanto a los clubs es verdad que hay que tocar a las puertas, que todavía son discretos pero ya solamente los dedicados al sexo como el que tú fuiste,lo conozco pero le cambiaron el nombre ahora. Se están visualizando ya muchos los que solamente son de copas pero el inconveniente es que las mujeres nos están colonizando. Por lo demás muchas gracias por mantener el interés en este blog del que soy fiel seguidor

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  5. Porfa porfa q algún club de Madrid copie lo de los números. Sería divino tener aquí ese juego q emocionante ver tu casilla llena de ofrecimientos y tu ir mirando números hasta elegir el q te mola. Me encante esa idea. Porfa q lean esto los empresarios. Mua mua

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  6. Voy a viajar a Londres en agosto me gustaría que me hicieras un itinerario por el ambiente de esa ciudad a qué club se puede ir para pasarlo bien y conocer gente y también que me digás cómo son los gays ingleses si es verdad que son tan aburridos como me han dicho todos y sí es verdad que también son sucios muchas gracias

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  7. Yo os recomiendo que vayáis a Lisboa se liga bastante no hay el vicio de Madrid pero es verdad que los chicos son muy guapos aunque olvidaros de los portugueses allí los realmente espectaculares y los más generosos en la cama son sin duda los brasileños que hay por todos los lados. Buenas vacaciones ¡!!!

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