Vivencias de un gay

sábado, 15 de octubre de 2016

170. Crisis existencial

Reconozco que yo siempre estoy en crisis, desde que tengo uso de razón me recuerdo en plena crisis existencial. Por eso cuando alguien  me dice que tiene la crisis de los cuarenta o de los cincuenta, siento una cierta envidia porque entiendo que han vivido hasta esa edad equilibrados y felices.
Esta reflexión viene a cuento porque un compañero de trabajo, el buen Jacobo, nos tiene a todos un tanto preocupados por sus decisiones rupturistas con el pasado, fruto de la consabida crisis de los cincuenta.  En su caso la bisexualidad que siempre ha mantenido controlada agrava la situación. Lo primero que ha hecho a sido dejar su casa, alquilar un piso, aunque cerca de su mujer y sus  hijos aún en edad escolar.
Según me contaba Jacobo, un buen día hizo un pequeño paréntesis en la rutina de su vida y se miró al espejo, vio un señor maduro donde ayer había un chaval joven pletórico de ilusiones y con un montón de proyectos por disfrutar. Empezó a pensar en que el tiempo pasado era màs grande que el tiempo todavía disponible. Y le entraron las prisas. Ya no podía esperar màs, era el momento de soltar amarras y salir a navegar rumbo a todas aquellas ilusiones que , hasta ese momento, había tenido guardadas a buen recaudo en espera de que un día pudiera llevarlas a cabo. Ese día había llegado. Las cotidianas riñas entre su mujer y èl, sirvieron como pistoletazo de salida, habló con ella, con sus hijos y con sus amigos dejando su casa y todo aquello que lo retuvo hasta entonces.
Volvió a mirarse en el espejo y observó que aún tenía dos brazos, dos piernas, una cabeza con mil planes y un pene con muchas ganas de probar cosas distintas. Lo que el vidrio no reflejaba era que los brazos y las piernas ya no eran tan fuertes, que su cuerpo, aún bien mantenido por genética, mostraba carnes algo ajadas, que su cabeza había perdido aquella juvenil melena para mostrar una tenaz alopecia y que su miembro ya no era capaz de mantenerse en pie de guerra todo aquel tiempo que era necesario y el que no lo era también.
LLegò el momento de comerse el mundo, de beberse las noches y de seducir a todos aquellos que miraba de reojo cuando paseaba del brazo de su mujer. 
Vida nueva , escenario nuevo, vestuario nuevo, actitudes nuevas, todo merecía la pena para retomar el tiempo perdido. 
La esperanza de recoger beneficios cuanto antes en este cambio de vida, le daba fuerzas y le ayudaba a superar el roto que en su hogar se había producido, la autojustificación parecía funcionarle, al menos de momento.
Otras personas si que se beneficiaron inmediatamente de la decisión de Jacobo. Cuando el vendedor de coches lo vio entrar en su establecimiento y le mostró sus preferencias , ya supo que tipo de cliente era y lo sencillo que sería venderle el coche preciso. Cuando un señor maduro entraba a preguntar, el vendedor distinguía rápidamente entre el hombre práctico y coherente que buscaba un auto cómodo, amplio, sin dar importancia al diseño y el maduro en plena crisis existencial que requería un coche juvenil, a ser posible descapotable y con diseño deportivo. Sabía que a estos últimos era muy fácil contentarles, solo era cuestión de alabar su buen aspecto, muy mejorado dentro del descapotable que al final le colarà. Otros beneficiados serán los dueños de las tiendas de ropa cuando le endosen al buen Jacobo varias prendas para muchachos de veinte años que difícilmente encajaran en aquel cuerpo de cincuenta.
Y también tenemos que hablar de aquellos que sacarán partido para su beneficio de la ilusión desmedida de mi compañero de trabajo. Me refiero a aquellos cazadores de mirlos blancos tan abundantes en el ambiente de Chueca. Coleccionistas de experiencias sexuales para los que no pasará desapercibido un hombre nuevo en el entorno. Son tipos que valoran, sobretodo, la variedad a la hora de encontrar pareja para sexo, el aspecto, la personalidad, y ni siquiera el encanto, es relevante para ellos, lo importante es que sean  los primeros en «tirarse» a ese nuevo inquilino en el barrio. Saben manejar la vanidad ajena con maestría y vanidad es nuestro gran pecado principal, acrecentado en esos procesos de incertidumbre que ocasionan las malditas crisis.Y el amigo Jacobo es víctima propiciatoria para caer en las redes de todos estos buscadores.
Desconozco si existe remedio para estas actitudes mentales , yo, como he dicho al principio, vivo permanentemente en una crisis lo que me inutiliza a la hora de buscar soluciones. Pero no resulta difícil intuir algún método para , al menos , mitigar sus consecuencias. Mirar atrás puede resultar en esos momentos muy perjudicial, a no ser que solo te quedes con aquello bueno que te aportó beneficios, que te ayudó a crecer y que genera recuerdos dulces y agradables. Vivir el presente puede ser complicado cuando se ha perdido el rumbo y tan solo sabemos dar manotazos a un lado y a otro confundiendo aún  màs al timonel.  El futuro me parece la única salida factible, aglomerando ilusiones con posibilidades de ser realizadas con el esfuerzo de acuerdo a nuestra capacidad actual. Buscar nuevos caminos sin destruir los recorridos, mucho mejor manteniéndolos en paralelo con cuantos puentes sean necesarios para cruzar de un sendero a otro las veces que se deseen. 
De todas maneras la vida no queda màs remedio que vivirla y la teoría se puede quedar en solo teoría.

11 comentarios:

  1. Que pena me perdí 10 entradad

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    1. Del 169 al 179 no los veo publicados

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    2. Estaba claro que era un error de numeración, los hay tocapelotas

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  2. GUSTAME MUCHO ESTE ESCRITO PERO NO LO ENTIENDO TODO. ES UN ESCRITO MUY INTELECTUAL Y NO SE QUE DECIR. GUSTAME ESTE RAFAEL LISTO QUE NO SOLO PIENSA EN HACER GUARRERÍAS.

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  3. Me ha dejado maravillado este magnífico artículo. Estoy de acuerdo en absolutamente todo. Y habla quién todas esas reflexiones las he pasado ya un no lo he superado.

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  4. Los armarios tienen caducidad tarde o temprano tienes que salir de él

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  5. Vaya drama porque el tipo salió del armario. Cuantos tíos dejan a la mujer para irse con otras más jóvenes y la gente lo entiende perfectamente. Hasta en esto hay machismo. Si pones los cuernos con una tía es normal pero si es con chicos se lía la rehostia. A ver si normalizamos todo y dejamos de poner apellidos a la sexualidad.

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  6. A mi lo q me ha dado es pena este señor. Más de media vida escondiendo sus reales sentimientos y ahora que ya es viejo quiere recuperar todo ese tiempo perdido. Ahora q ya tiene q hacer daño a su familia no deseada se quiere convertir en el mayrr ligón de Chueca.

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  7. Este blog cada vez se parece más a mí ya se me ha olvidado lo que es follar, ahora con mis 45 años tengo que volver a las pajas que me hacía con 16 está el mundo gay de un pasota tremendo ya ni por las redes sociales la gente quiere sexo

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    1. Quien no folla hoy día es porque no quiere. Os puedo asegurar que en Madrid hay pocos gais a los que no haya probado, no soy un tío buenorro ni mucho menos, pero ahora ya nadie te niega un polvo
      Lo de repetir ya es mas difícil y lo de crear una pareja imposible.

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  8. Crisis la mía.
    Estoy sin un euro.
    Mi pareja me puso los cuernos en i propia casa y los pille en mi propia cama.
    En mi primera salida a la sauna he pillado sífilis.
    Y una gotera ha tirado el techo de mi baño principal.
    Eso es una crisis y lo de menos es tener cuarenta y seis años.

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