Vivencias de un gay

domingo, 25 de mayo de 2014

2. ¿Por qué los tíos que están buenos y son guapos siempre traen alguna complicación?

Soy gilipollas sin remedio y dado que ya no soy un crío, lo mío tiene difícil solución. El Warms, ya sabes, el local que tiene el cuarto oscuro, nunca lo consideré peligroso, un poco guarro sí, y si me apuras: muy guarro, porque la limpieza brilla por su ausencia y siempre sales pringado de semen, de orina o de quién sabe qué. Pero nunca me pasó nada peligroso. Ahora ya sé algo más de este local. Explico:

Ayer me llegó, una carta de una sociedad donde decía que en el Warms, de nueve a once de la mañana, podía pasar a recoger documentos que habían encontrado en el propio local. Llegué temprano. Me dieron los carnés y las tarjetas (que ya no me valen de nada porque las anulé todas el mismo sábado por la noche). Me dijo el empleado que me atendió que en la noche del sábado habían recogido unas diez carteras (la mía le gustó porque no apareció) y veintidós carnés de identidad. ¡Imagínate el guapo cabrón el negocio que hizo esa noche! Tenía razón el empleado cuando me dijo que a la gente la roban y no dicen nada, nos callamos y el tío, o los tíos, pueden seguir su trabajo sin que nadie esté alerta. Debería haberme quedado en el local, buscar al hijo de puta y denunciarlo allí mismo, pero ¿quién es el valiente que se atreve? Primero, porque el tío lo más probable es que lleve navaja y te raje allí mismo. Segundo, porque tienes que dar todos los datos a la policía y ¿a quién le gusta que lo identifiquen en un lugar así? Como ves, los gais siempre estamos en inferioridad de condiciones y pueden hacer con nosotros lo que quieran, pues nunca nos quejamos. ¿Por qué los tíos que están buenos y son guapos siempre traen alguna complicación?

¡Cuántas veces veo a tantos chavales que pierden tiempo en los parques! Ya sabes que los mariquitas somos muy superficiales en casi todo lo que valoramos en esta vida, y aquí también me incluyo yo. Parece que solo nos preocupan cuestiones tan chorras como los trapitos, que si esto está de moda o no, que si mi aspecto es chic, que si hay que ir al local del momento o, lo que es peor (y yo aquí no me incluyo porque pasé por eso cuando era joven y aún más gilipollas), estar esclavizado por las putas marcas. Me parece que (igual si me equivoco) lo mejor es cuidar el aspecto, pero también cuidar el intelecto que es lo importante.

De Roque casi ni te hablo, me sigue llamando todos los días pero cada vez son más las veces que ni le respondo al teléfono. Hemos quedado este viernes para ir al cine. ¡A ver qué película escoge! Aunque por lo menos en el cine está callado. Cuando termine de escribir me voy a meter en la página de contactos, una en la que hay fotos de la gente, a ver qué veo. También podría meterme en el chat, pero es que nunca hay nada interesante, solo algunos diciendo mentiras, niñatos que se conectan para reírse de la gente o tíos monstruosos que en persona jamás se comerían ni una rosca.

3 comentarios:

  1. ¿Por qué uno se empeña en fijarse en la persona equivocada? Es tan fácil caer rendido ante las apariencias. Yo creo que todos tenemos algo de superficialidad, aunque lo manifestemos en distintos grados.
    Es muy cierto lo que nos cuentas. Y ahora me despertaste la curiosidad sobre Roque...

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    1. por que no profundizamos en ver realmente los valores de las personas. y por que "pensamos" mas con la cabeza que tenemos debajo del pantalon que con la que llevamos encima de los hombros

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