Vivencias de un gay

sábado, 8 de agosto de 2015

107. Manipulación con alevosía


No quise seguir discutiendo con Ángel, entre otras razones, porque bastante follón tuvo con sus padres. Su novia fue el sábado a hablar con los papas del niño. Les contó que andan peleados por reprocharle sus nuevas aficiones de montar juergas con los amigos, escapadas que no solo ponen en peligro su relación sino incluso la integridad física de Ángel, como lo demuestra el golpe en la cara que lució el día anterior.

Por otra parte, tengo la impresión de que Jesús no quiere hablar conmigo. Las veces que lo telefoneé fueron inútiles. No descolgó o tuvo el aparato desconectado. Algo le pasa conmigo: ¿arrepentimiento?, ¿cargo de conciencia? Mañana lo seguiré intentando. De todas formas, si me contesta, no creo conveniente decirle nada de la conversación sostenida con Ángel hoy.

Me fastidia entrar en el juego que ha urdido Ángel, pero no me interesa que Jesús crea que nuestro acercamiento es fruto de una manipulación más del niño, entre otras razones, porque no es del todo así. Estoy convencido de que la situación de vernos los dos solos en mi casa no fue propiciada por ese maquiavélico plan que dice haber forzado Ángel. Al niño lo engañó aquel tipo y le salió el tiro por la culata. Esto es lo que prefiero pensar y no en una actuación de Ángel para que Jesús y yo nos acerquemos; tanta alevosía no llego a creérmela, parece algo muy rebuscado. Prefiero pensar que el acercamiento entre Jesús y yo es natural, motivado por un aprecio mutuo ―en mi caso también por la atracción física que su cuerpazo me provoca― y un sentimiento de bienestar que aparece cuando estamos juntos.
De todas formas, si Jesús no quiere hablar más conmigo, cualquier camino para encontrarnos es inviable.

Confieso que en días como hoy me dan ganas de mandar a todos estos niños al carajo y volver a mi tranquila vida de soltero y dedicarme a buscar y soñar con un tío de verdad sin traumas de adolescentes. Me doy cuenta de que a lo tonto estoy metido en un lío tan enrevesado que se me escapa un poco de las manos. Pero ¿qué es lo que hice mal para encontrarme en esta situación?

No quiero ser muy duro con Ángel, pero viendo las cosas con un poco a distancia, reconozco que es un gran manipulador, lo quiere todo y le gusta saberse protagonista de las historias que él mismo se monta a su alrededor. Y Jesús dejándose manejar... y yo también.
Si me dejara llevar por lo que pienso en estos momentos, los mandaría a la mierda a los dos y buscaría no perder el tiempo en intrigas y jueguecitos de niñatos adolescentes a los que yo ya no estoy dispuesto. Pero objetivamente debo reconocer que hay intereses que me impiden mandarlos a paseo a los dos.
Tengo claros mis sentimientos por el niño, le tengo cariño, es una especie de ternura que conllevaba un deseo de protección que ya es, evidentemente, innecesario. Por Jesús siento deseo, principalmente deseo físico, aunque tras nuestros últimos encuentros y viendo lo buena persona que es, también le estoy tomando aprecio.
Pero tanto uno como otro son caminos de difícil trayectoria... su ambiente, sus entornos familiares de los que son absolutamente dependientes, la diferencia de edad muy patente en tantas cosas y algún otro elemento hacen que nuestra continuidad hacia lo que yo pretendo sea pura ficción.

Ángel solo me tiene en cuenta como algo colateral en su vida y ya ni siquiera para el pobre sexo que practicamos tiene apenas interés. Yo soy su vínculo de unión con un ambiente que le atrae, pero para el que le falta ―de momento― seguridad, y más tras la experiencia negativa que recién ha tenido con el «hacedor de joyas». Tiene la tendencia de creerse el ombligo del mundo y entiende que es natural que todos giremos a su alrededor. No es capaz de valorar el cariño que tanto Jesús como yo le profesamos, cada uno a su manera, porque es a lo que está acostumbrado desde que tuvo uso de razón.

Y en cuanto a Jesús, creo que no sabe dónde está parado. Su desconcierto personal es totalmente determinante en sus actos. Su homosexualidad escondida que se alimentaba de su admiración por Ángel le ha sido suficiente para mantener su equilibrio interno que tanto lo ayudó para desenvolverse dentro de la sociedad que le ha tocado vivir. Pero ahora su mito ha caído, sus necesidades han cambiado, además lo están acuciando y no sabe qué debe hacer. Su actual vida de tranquilidad está peligrando, entiende que su familia y su novia y sus profesores esperan de él un rumbo que, de tomarlo, tendría que renunciar a vivir conforme a su auténtico ser. Supuso que uniendo sus pasos a Ángel podría compaginar sus dos vidas tal como su amigo pretende hacer, pero su personalidad es muy distinta a la de quien quiere imitar y las cosas que su mentor hace no le gustan y se ve incapaz de hacer nada. Posiblemente sea yo una vía de escape intermedia. Algo que para mí no sería suficiente, en el caso de que yo empezase a sentir algo más que atracción física por Jesús, que pudiera ser.
Por cierto, ayer volví a intentar comunicarme con él pero sin éxito. Hoy probaré de nuevo para ver si logro entablar contacto, pero me temo que le pasa algo y no quiere hablar conmigo. Luego le pondré un mensaje. ¿Qué le pasará? ¿Habré hecho algo que le ha sentado mal sin darme cuenta?

Hasta en la proliferación de pajas estoy volviendo a la adolescencia, pero ¿qué otra cosa me queda?

11 comentarios:

  1. Que ocurrio con el grafico? El logotopista se fue de vacaciones? Hace muy raro ver el capitulo asi, parece como si estuviera desnudo.
    Però la historia sigue estando interesante.

    ResponderEliminar
  2. No es por nada pero ya aburre esta relacion ciega que mantienes con estos chavales. Uno es tan jodido que yo ya le habria mandado a la mierda por muy bueno que este. El otro o lo espabilas o lo largas. Espero que tu vida cambie pronto porque estas perdiendo tu tiempo miserablemente

    ResponderEliminar
  3. El angel es una maricona mala malisima

    ResponderEliminar
  4. Tio ni estas en pareja ni follas como soltero. Al final estas tan solo como la mayoria de los gays. Te quieres agarrar a estos chicos pero se ve que no son para ti. No los entiendes, son de otro rango social,y encima mimados manipuladores unas joyitas

    ResponderEliminar
  5. NO GUSTAME COMO VA ESTA HISTORIA.
    RAZON TIENEN LOS OTROS COMENTARISTAS QUE RAFAEL PIERDE EL TIEMPO.
    NO TIENE VERDADEROS AMIGOS , ANGEL MALA PERSONA ES Y YO LE AVISE DESDE HACE MUCHO TIEMPO.
    SOLO HACE QUE PENSAR Y PENSAR Y SOLUCION NO BUSCA.
    YO SE SOLUCION MAS DECIRSELA NO DEBO. RAFAEL TIENE MAS MUNDO PERO NO APRENDE NADA .
    TODOS DECIMOS LO MISMO A ANGEL DE TU VIDA DEBES QUITAR PERO NO ES FUERTE Y SORDO SI ES.

    ResponderEliminar
  6. La verdad es que el nivel literario sigue en un buen nivel, pero en este capitula se pierde un poco en divagaciones y pensamientos reiterativos del protagonista. Cierto que Fedor Dostoyeski plasmó estos vaivenes de la mente magníficamente en su novela "Crimen y Castigo", pero para un blog de temática mucho más mundana, con marcado tinte erótico, resultan excesivas tantas reflexiones de nuestro querido y envidiado Rafael.

    ResponderEliminar
  7. Noto un descuido veraniego en la edición del escrito último: solo en el título hay dos faltas ortográficas manipulación y alevosía llevan acento y no lo ponen.

    ResponderEliminar
  8. La gente está acostumbrada a polla y culo y cuando les das filosofía se cabrean. Pues a mí esta entrada es de las que más me han gustado.

    ResponderEliminar
  9. Quisiera decir que lo que le esta pasando a Jesús me paso a mí. Yo viví mi homosexualidad de forma muy interior hasta los 18 años y era feliz. Luego tuve la primera experiencia y todo se rompió. Empeze a sufrir a vivir desconcertado a romper con mi vida anterior y veinte años después sigo sufriendo.

    ResponderEliminar
  10. Se que la vida tiene un sentido negativo. Se que la muerte será una liberación. La existencia solo es rutina llena de fango, escoria por la que caminar. Si un pene en tu recto quieres buscar el abismo encontrarás. Si un pelo púbico entró en tu boca, escupe el alma y vive vacio como vivo yo.

    ResponderEliminar
  11. Que mala onda tiene este poeta tenebroso. Me sacó de madre en cuanto lo leí. No quiero cuates asi cerca de mí. Me gusta el guión de la trama pero algunos que comentan son podridos de mente y ánimo. Saludos de lejos.

    ResponderEliminar