Vivencias de un gay

sábado, 5 de septiembre de 2015

111. Oportuna depresión


Estoy ya de los líos de Ángel hasta las narices. Lo que me está pasando parece por lo menos inaudito. Son unas intrigas adolescentes a las que debo poner fin. Yo creo que ni cuando era joven tenía estos follones; o yo era muy simple o estos chavales de ahora son demasiado listos.

Ayer veo una llamada perdida de Ángel y en cuanto me levanté de la siesta lo llamé. Para mi sorpresa me responde una voz femenina:
―¿Quién habla?
―Soy Rafa y quería hablar con Ángel.
―¡Ah, hola! Soy Isa. He acompañado a Ángel a la peluquería y ahora están lavándole el pelo. ¿Qué tal? ¿Cómo sigues de lo tuyo?
―¿De lo mío? ―no tenía ni idea de lo que estaba hablando―.
―De tu depresión. No te preocupes, Rafa, lo sé todo. Ángel me lo ha contado; antes de estar contigo el domingo me lo consultó, al fin y al cabo soy su novia y si no iba a estar un domingo por la tarde conmigo, lo lógico es que me contara por qué. Ángel siempre ha sido muy bueno y por echar una mano a un amigo en dificultades es capaz de todo, es algo por lo que siempre lo he admirado.
―Ya... ―no me atreví a decir nada porque enseguida me di cuenta de que era un nuevo enredo del niño, yo sabía que conmigo no había estado el domingo, pero su novia parecía muy convencida de lo contrario―.
―De todas formas ―continuó Isa―, creo que deberías acudir a un especialista. Esos bajones son muy fastidiados; debes ponerte en tratamiento con un buen psicólogo; imagínate que te dé otra crisis y no pueda acudir en tu ayuda ningún amigo. Las consecuencias pueden ser graves.
―Claro, claro. Oye, Isa, que muchas gracias por tus consejos. Dile a Ángel que cuando pueda me llame, pero no por nada especial; ya estoy mucho mejor de mi «depresión», es solo para darle las gracias.

No me llamó en toda la tarde o su novia no le dio el recado o no quiso escucharme. Yo estuve muy indeciso pensando si llamar o no, pero no me resignaba a dejarlo pasar. Quería saber por qué me metió en su lío y, debo reconocer, porque me intrigaba la verdad de la historia, así es que en la noche marqué su número.

―¿No tienes nada que contarme del domingo por la tarde? ―le pregunté tras los saludos iniciales―.
―¿Ya te ha llamado Basurto?
―¿Tendría que llamarme? ―la aparición de ese nombre me descolocó, el organizador de las reuniones sexuales de Vallecas en boca del niño no me cuadraba por ningún sitio―.
―Si no te ha llamado, ¿por qué me haces esa pregunta?
―¿No te ha dicho Isa que hemos hablado mientras estabas en la peluquería?
―No.
―Pues ella me ha puesto al corriente de que el domingo «estuviste conmigo evitando, poco menos, que me suicidara». De Basurto no sabía nada, pero ya que te has descubierto, me gustaría saber cómo es que lo conoces tanto como para suponer que me ha llamado.
―No te mosquees, Rafa ―noté un ligero desconcierto en su voz, pero rápidamente con la habilidad que ya le conozco se recompuso―, te lo iba a contar todo en cuanto nos viésemos. Con los datos que nos contaste a Jesús y a mí de las reuniones de Vallecas me metí en internet y por casualidad lo encontré. Tenía curiosidad y lo llamé diciéndole que iba de tu parte. Me invitó a la reunión que daba ese domingo. Me intrigaba cómo eran esas fiestas y me acerqué con la intención de estar solo un ratito. Lo que ocurre es que luego me lio Basurto. Es un tipo muy amable y de ti habló muy bien; no me dejó marchar, me invitó a cenar y... bueno le acompañé a su casa.
―Ya. ¿Y no se te ocurrió pensar que yo hubiera podido ir contigo? Estuve todo el día en casa solo.
―Mira, Rafa, yo lo único que sé es que el sábado tenías cita con Jesús. Ninguno de los dos me llamó; lo menos que pensé es que estaríais todo el fin de semana juntos. Al fin y al cabo Jesús ya es una persona libre.
―Ángel, soy ya muy mayor para que trates de tomarme el pelo. Tú querías ir solo a Vallecas; desde el día que te lo conté estabas deseando conocerlo. Y para que lo sepas, el sábado estuve con Jesús y también con Begoña. Vinieron juntos.
―¡Con Begoña! ¡No jodas! ¡Pero si han roto! ―esta vez sí me pareció sincero en su sorpresa Ángel―.
―Siguen siendo amigos, y como amigos estuvimos los tres. Quítate de esa mente retorcida tus ideas sucias con respecto a Jesús y a mí, porque estas equivocado. Tú, sin embargo, ya veo que intimaste muy rápidamente con Basurto. Debiste ilusionarle porque nunca lo he visto irse con nadie.
―¿No estarás reprochándome nada?
―No, por mí como si hubieses estado con el mismo diablo, pero la próxima vez no me utilices de tapadera ante tu novia. Te aprovechas de que ni Jesús ni yo somos tan jodidos como tú, pero no me toques los cojones con tus enredos porque quizás cambie de parecer y pongamos todos las cartas boca arriba.
―No te enfades, Rafa. No fastidiemos nuestra amistad por chorradas. Si te puse como coartada ante Isa, es porque tú eres mi único y mejor amigo y ¡para eso están los amigos! ¿No? ―con su mejor tono tramoyista continuó―. Espérame mañana en tu casa, lo que nos pasa es que hace mucho que no estamos juntos.
―Pues precisamente mañana he quedado con mi amigo Fabio ―mentí a medias―.
―¿Fabio? ¿Quién es Fabio? ¿No habrás querido decir Jesús?
―Lo que te quiero decir es que mañana estaré ocupado ―no quise darle más explicaciones―.
―Mañana a las cuatro estaré en la puerta de tu casa. Si me quieres abrir, estupendo; si no, lo entenderé y volveré otro día.

Después de esta conversación, no sé si el niño está mal de la cabeza o tiene una personalidad demasiado maquiavélica como para que mi mente llegue a entenderla, pero sí estoy pensando en que debo poner distancia entre él y yo.

En cuanto a Jesús, creo que debe estar fastidiado. Su vida discurre por un buen laberinto, entre la ruptura con su novia ―esas cosas aunque se tomen bien, siempre son traumáticas―, su atadura con el Opus (tengo que saber si quiere desprenderse de ellas o no), sus desencuentros con Ángel ―con el que le va a tocar compartir trabajo― y su poca definición personal; lo debe estar pasando realmente mal. El problema es que no es una persona que tienda a pedir ayuda; es demasiado reservado, quizás sea indecisión o son los mismos problemas los que lo hacen estar inmóvil... el caso es que no resulta fácil acceder a su intimidad, al menos conmigo no hace más que poner barreras.

9 comentarios:

  1. NO GUSTAME ANGEL NADA NADA. PERO RECUERDO LA COSA DE BASURTO Y CURIOSIDAD TAMBIEN YO TENGO. CUANDO VAYA A MADRID ALQUIEN QUE ME ACOMPAÑE QUERRE.
    RAFAEL YA CONOCE A SU LIANTE AMIGO PERO NADA HACE POR SALIR DE SU LADO. SI NO IMPORTARLE QUE EN LIOS LO META CONSTANTEMENTE PENA POR EL YA NO TENDRE

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  2. tienes razon Jesus vive en un laberinto, pero tio tu estas tambien muy perdido. Claro que si eso sirve para que sigas con el blog por mi encantado de tu revuelta vida. Soy seguidor de este blog desde hace unos meses.

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  3. Que lástima no conocerte en persona Jesús. Ayer te busque en Torreciudad, supongo que estarias en nuestra gran concentracion. Yo igual que tu soy gay y de la Obra. Fue muy emocionante la reunion mas de 20.000 personas estabamos allí. Las palabras de nuestro prelado Javier fueron maravillosas. Pero debemos seguir encubiertos y tratando de erradicar de nuestro interior nuestros deseos por los hombres. Yo no lo consigo y tu tampoco por lo que leo en este blog. Lo peor es no poderlo manifestar a ninguno de nuestros guias espirituales. Entre mi curia conozco a varios que comparten nuestra desviadad sexualidad, pero , segun ellos , estan en constante lucha para salir de esta deformidad.

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  4. Alguien me puede explicar que es lo de Basurto? O sólo soy yo el que no lo sabe?

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  5. El Ángel es lo que en el ambiente se conoce como una mariquita mala. Le gusta enredar meter cizaña y salirse con la suya. En mi grupo del gaisanche, el barrio gay de Barcelona, se moveria como pez en el agua. Al Rafael lo veo desubicado y el Jesus parece de otro mundo. Claro que yo personalmente me iria a ese otro mundo con él.

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  6. Como te dice el de las mayusculas: guerra avisada no mata. O también: sarna con gusto no pica

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  7. Ya se que mi tema nada tiene que ver con la historia que aqui se cuenta, pero veo que es facildar una opinion. En mi caso no es una opinion. Vereis llevo emparejado seis años, quiero a mi pareja muchisimo, no entenderia la vida sin su compañia, cuando nos vemos obligados a separarnos le echo mucho de menos. Pero lo terrible es que sexualmente ya no me excita nada. Y os aseguro que en los primeros años me ponia totalmente, y su cuerpo apenas ha cambiado, lo sigo viendo muy atractivo. Pero por una desconocida razon ahora nunca tengo apetencia de hacer sexo con él. Cuando ya no me queda más remedio que hecerlo para que mi chico no se mosquee, tiene que ser con los ojos cerrados y acordandome de cuando estaba con el los primeros años o imaginando que estoy con cualquier otro que haya visto en la calle o en tv o en alguno que haya conocido en las pocas infidelidades que he tenido en estos seis años. Si alguien sabe una solucion para mi problema agradeceria cualquier informacion. Y disculpen por salirme del tema.

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  8. A mi chico le paso lo mismo y mas o ,menos tambien a los seis años. Me estuvo engañando con su actitud en la cama durante otro años más. Hasta que note que algo no funcionaba.
    El remedio es el dialogo, fijar prioridades. Que es mas importante el amor o el sexo cuando ambos se han separado?
    Durante un tiempo le sirvio la vision de porno mientras haciamos el acto, algo que a mi me costó acostumbrarme pero que luego llego a gustarme.
    Luego introducimos un tercer miembro en el sexo, osea haciamos trios. Y esto si que marcó el final de nuestra relación, llego un momento en que mi chico solo hacia sexo con el tercero y a mi me dejaba de lado.
    Pero cada pareja es distinto, solo una cosa no puede fallar: el dialogo.

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    1. Infidelidades,porno,trios.....¿Y asi quiere la gente mantener una pareja ilusionada por encima del tiempo normal de la primera pasión?

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