Vivencias de un gay

sábado, 26 de septiembre de 2015

114. Lujuria en la oficina


El sábado por la noche tuve una reunión en la empresa Newpro con sus dos socios fundadores. «Newpro» es el nombre elegido por los niños, quiere decir «nuevos profesionales» y que ya tiene las oficinas prácticamente montadas.

Me llamó Ángel para decirme que no podía venir a verme, como habíamos quedado, ya que no quería dejar a Jesús solo. Me sugirió que, si no tenía otro compromiso, me acercara a verlos, y así poder darles alguna idea sobre la utilización de los espacios, algo en lo que no se acababan de poner de acuerdo. Para empezar, yo no recordaba que tuviera ninguna cita con Ángel; eso es algo que él sugirió sin siquiera hablar conmigo. Por otra parte, es verdad que yo no tenía ningún compromiso y me apetecía acercarme por ver cómo estaban llenando aquella bonita oficina y por ver a Jesús. Le pregunté:
―¿Está Jesús contigo?
―Sí, está en el otro despacho. ¿Quieres hablar con él?
―Pregúntale si no le importa que me acerque.
―Espera... ―a pesar de tapar el micrófono del aparato, pude escuchar con total claridad cómo gritaba Ángel ―. ¡Es Rafa, me pregunta si puede venir a vernos!

Pude observar el cambio de significación en sus palabras a su amigo. Yo no preguntaba si podía ir, era él quien me estaba invitando. A Jesús no logré escucharlo. Destapando el micrófono me dijo Ángel:
―Ven cuanto antes, pero tráete algo de comida y bebida. Llevamos aquí encerrados desde las dos de la tarde y no hemos probado ni un bocado desde esta mañana.

Cargado con dos bolsas de víveres y abundante cerveza, me presenté en su oficina faltando un cuarto para las nueve. Abrió la puerta Jesús y, sin mediar palabra, apenas entré en el recibidor, me puso su mano en mi nuca y me dio un beso en los labios. Tardé unos segundos en reaccionar y darme cuenta que desde el despacho inmediato, Ángel nos estaba observando. Me pareció que era una manera de marcar su territorio y a mí no me pareció mal.

Realmente tenían hambre. Se zamparon casi todo lo que traje y mientras tanto pude observar la configuración de lo que estaban montando y cuya conclusión podría ser: un derroche de dinero pero con escaso gusto. La ubicación de ese espacio merecía algo más moderno y mucho menos clásico, era evidente la influencia de sus padres en cada objeto.

El momento más sorprendente de la noche vino tras la cena. Estábamos los tres con nuestras respectivas cervezas cuando, sin conexión alguna con la frase anterior, Ángel dijo:
―Ya hemos estrenado el despacho grande.
―¿Ya habéis recibido a clientes? ―pregunté―.
―No, precisamente. Me refiero a otro tipo de estreno ―contestó Ángel con una sonrisa que pretendía ser pícara―.

En ese momento Jesús dio un respingo en el asiento e intervino en la conversación.

―Ángel, no creo que a Rafa le interesen nuestras chorradas ―estaba rojo y visiblemente azarado―.
―¡Claro que le interesa, y estoy seguro de que cuando se lo cuente va a sentir mucho el no haber venido ayer! ―el desparpajo que mostraba el niño contrastaba con la inquietud de su amigo de la infancia―.
―Rafa, son gilipolleces nuestras... ―Jesús trataba de zanjar el asunto cuando fue interrumpido por su amigo―.
―Deja que él lo juzgue. Tienes razón en que son tonterías, pero Rafa es nuestro amigo y hay confianza.

Ante el desasosiego de Jesús intervine para tratar de pasar página, a pesar de que me intrigaba saber lo ocurrido el día anterior.

―Escucha, Ángel, si Jesús no quiere que lo cuentes, debes respetar su postura y no hacerlo. Lo que para ti no tiene importancia, quizás sí la tenga para él.
―Estuvimos haciendo sexo ayer los dos aquí ―Jesús lo soltó consciente de que ya no había escapatoria―.

Dirigiéndose a Ángel:
―¿Ya te quedas tranquilo?
―No entiendo por qué no lo pueda saber Rafa ―Ángel con gesto satisfecho usaba un falso tono conciliador―. En realidad es con el único amigo que lo podríamos hablar.
―Bueno, pues si lo pasasteis bien, me parece fenomenal ―intervine con ánimo de zanjar la cuestión a la vista del mal trance por el que estaba pasando Jesús―. Es muy normal que estas cosas pasen: dos chavales jóvenes en la intimidad de un lugar acogedor y viernes por la noche. Son elementos que invitan a la lujuria, je, je, je.
―¿A qué te hubiera gustado estar ayer aquí? ―la pregunta de Ángel mostraba su tesón por no terminar la escena―.
―¡Basta ya, Ángel ¡¿Querías que lo supiera? Pues ya lo sabe! Será mejor que vayamos recogiendo esto ―Jesús no podía disimular su incomodidad―.
―Estaba pensando ―continuó Ángel sin hacer caso a su amigo ―que podíamos hacer un reestreno, hoy sábado, los tres... ummm..., se me está abriendo de nuevo el apetito.

Ni Jesús ni yo pudimos reaccionar inmediatamente. Aunque del niño se puede esperar todo, confieso que me sorprendió su directa insinuación. Miré a Jesús en busca de una salida, pero el chico fue incapaz de levantar su mirada del suelo.

―Bueno ―habló nuevamente Ángel, que era el único que parecía dueño de la situación― yo me voy a ir duchando. Llevo sudando todo el día en esta puta oficina. Mientras tanto, pensad en las posibilidades que la noche nos puede deparar.

Se levantó y desapareció en el cuarto de baño. Jesús, sin decir, nada se puso a recoger las sobras de la cena y yo buscaba desesperadamente algo qué decir.

―Espera, Jesús, que te ayudo.
―Tranquilo, yo recojo esto y me largo.
―Preferiría que no me dejases solo con Ángel. Espera a que salga y te acompaño.

La ducha de Ángel fue la más rápida posible, antes de que nosotros tuviéramos tiempo de cerrar la bolsa de basura con los restos, apareció ante nosotros desnudo, húmedo, con un pequeña toalla secándose el rostro y con la polla semierecta.

Aquella visión y la intensidad del momento me hicieron sentir un conocido cosquilleo en el bajo vientre. Mi miembro reaccionó por su cuenta y empezó a duplicar su tamaño.

Jesús se encargó de romper la magia del momento:
―Nosotros nos vamos ―dijo con un aplomo inesperado―. Si tú estás caliente, hazte una paja.
―Vale, vale, no os mosqueeis. Esperadme un segundo que me vista y os acompaño.

Mientras volvía al baño comentó con gesto teatral:
―¡Mis amigos puritanos hoy van de estrechos!

Por el resto de la noche ya no se habló más de este incidente. En un taxi nos acercamos a un bar donde tomamos unas copas hasta la una de la madrugada. Jesús y yo rechazamos la invitación que nuestro amigo nos hizo para terminar la noche en el Cool. A la salida, Jesús se postuló para acercarme a casa, pero sin casco en la moto yo sé que le iba a resultar incómodo. Rechacé su ofrecimiento y ambos me acompañaron a la parada del búho.

Dándole al coco, me doy cuenta de mi extraño papel entre esos dos chicos. Son capaces de entenderse entre ellos y, en realidad, no me extraña. Jesús tiene pasión por el cuerpo de su amigo y Ángel no le hace ascos a nada. Lo que no sé es qué pinto yo en medio. ¿Alguien me lo puede explicar?

6 comentarios:

  1. Me va mas la acritud de Angel es mas directo Lástima de trio que se ha desperdiciado

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  2. A tu pregunta de que pintas entre esos dos te puedo responder que NO PINTAS NADA. Busca los tios maduros, guarros, ysin complicaciones que te gustan y deja a estos pijos que se lien entre ellos. Deja a Ángel con su puterio y a Jesús con los tremendos cuernos que le va tocar llevar. Porque no se quien puede leer esto, si no te daba mí teléfono para quedar contigo y con el venezolano.

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  3. NO ME GUSTA. TENGO DECEPCION GRANDE CON RAFAEL. PREGUNTAR NO DEBES PARA SABER QUE HACER CON ESOS CHICOS. SÓLO TIENES QUE DEJARLOS.

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  4. Del año 2000 al 2003 le estuve mamando la polla a mi jefe de departamento. Todos sabian que yo era gay pero el era casado y con tres hijos. Una vez a la semana me llamaba a su despacho, cerraba la puerta y me tocaba hacerle correr con la boca. La primera vez que lo hicimos me dio morbo a pesar de que me doblaba la edad pero.luego lo hacia por conservar el trabajo. En el 2003 ya los rumores eran grandes lo hecharon primero a el y alos cinco dias a mi

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    1. En mi trabajo pasa lo mismo mi jefe constantemente esta contratado nuevas empleadas. A todas las persigue . Las que tragan duran mas hasta que las aburre. Las que no ceden a sus tocamientos e insinuaciones estan en la calle a los pocos dias. Menos mal que soy gay y no le intereso.

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  5. Si en Newprof necesitan un empleado que no le importe hacer horas y trabajitos extras que me lo digan porfa. Yo necesito sexo y trabajo y no me importa juntar las dos cosas.

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