Vivencias de un gay

sábado, 3 de octubre de 2015

115. Las matemáticas del 69


Lo de los niños es bonito, sobre todo para ellos, que, al menos, tienen sexo.

Anoche me llamó Jesús:
―Perdona por no haberte llamado antes, pero estaba un poco avergonzado por lo del sábado. Es un corte que sepas lo que hicimos Ángel y yo, aunque tampoco fue para tanto. Me da más rabia la actitud de Ángel al tenerlo que pregonar. El sexo es una cosa muy íntima y debe quedar entre dos.
―Ya te dije que no tienes nada de qué avergonzarte. Esas cosas ocurren y pueden ser muy bonitas ―le respondí― y si bien es verdad que el sexo es íntimo, los españoles, al menos, somos muy indiscretos y nos gusta fanfarronear de nuestras hazañas sexuales, y, no te enfades, pero tener sexo contigo es toda una hazaña.
―¡No seas exagerado, Rafa! Ya sé por qué dices eso, pero tienes que tener paciencia conmigo. Si entre tú y yo hay un camino, debemos encontrarlo despacio para no perderlo.
―Esto que me acabas de decir es toda una declaración de intenciones que me da muchas esperanzas.

Hubo un silencio por su parte como si estuviera midiendo con más cuidado sus palabras y continuó:
―Bueno, esperanzas tienes tú, yo también las tengo aunque no sé si podríamos conciliarlas en un momento dado... Creo que tendríamos que aclarar algunas cosas antes de seguir con nuestras ilusiones.
―¿Algunas cosas?
―Me da un poco de corte hablarlas, aunque a través del teléfono quizás sea más fácil.
―Pues, adelante, empieza con esas aclaraciones hasta donde puedas y si te resulta tan difícil, lo paras y ya está ―animé al muchacho para que continuara y se sintiese cómodo a la vez―.
―Verás, el sábado con Ángel he descubierto ciertas cosas de mi cuerpo que pueden ser decisivas en una relación hombre a hombre. La más importante es que ya sé que no puedo hacer de chica. Ángel lo intentó, pero fue imposible. Por más relajado que estaba, cada empujón era como si me estuviera rajando los bordes con un hierro candente.
―Hombre, eso hay que prepararlo antes, no se puede tratar de penetrar así a lo vivo, en seco, sin crema.
 ―No, no, ya pensamos en eso y lo hicimos muy bien. Cuando nos dimos cuenta de que con la saliva no era suficiente, nos vestimos y nos acercamos a Chueca para comprar una crema que Ángel había visto el sábado anterior.

Me contó que estuvo en Cool y conoció a un señor que lo llevó a un club donde nada más entrar tenían que quedarse totalmente desnudos. Al parecer ese hombre había sido antes gordo y, le decía Ángel, que al verlo desnudo le dio mucha impresión contemplar todo su cuerpo lleno de cicatrices que se le formaron al quedarse más delgado, tanto es así que fue incapaz de estar con él. Me contó que dentro del local tenían una especie de cama colgada del techo sobre la cual un chaval permanecía tumbado mientras un tío le estaba metiendo el puño en el culo hasta la mitad del antebrazo. Me juraba que si no lo hubiera visto con sus propios ojos, jamás lo hubiera creído. Imagínate el tamaño del agujero.

Ángel se había dado cuenta que el señor que metía la mano utilizaba constantemente una crema blanca que sacaba de un tarro de cristal y se fijó en la marca. Apenas le dio tiempo a mucho más porque, según me contaba, al no haber ningún chico joven, le empezaron a agobiar un montón de tíos que le entraban por todos los lados y se tuvo que marchar lo más rápido posible.

Con la información de la crema nos presentamos en una librería que también venden cosas de tienda sexual y la compramos. Bueno, pues ni con esa crema que te dejaba el culo con una sensación muy rara pude hacer de chica.

―Entonces tuvo que ser Ángel el que hiciese ese papel, ¿no? ―pregunté con una ligera mala intención―.
―No se atrevió. Desde que me conoce siempre dice que la tengo muy grande y algunas veces le gastaba bromas a Begoña por eso. Decidió hacer otras cosas que también le gustan. Su boca es un elemento muy importante para la forma que tiene de entender el sexo. Me da bastante corte hablar de todo esto y para no hacerlo demasiado gráfico te puedo decir que terminamos con las matemáticas... ya sabes, con lo del 69.
―Pero ¿a ti te hubiera gustado que él «hiciera de chica»? ―seguí preguntándole ya no por mala intención, sino por hacerme con una valiosa información―.
―¡No seas golfo, Rafa, ¡Claro que me hubiera gustado, como a todos, ¿no?
―Pues no. A todos no nos gusta lo mismo, a mí lo de «hacer de chica» se me da de maravilla, je, je, je...

Me di cuenta de que se estaba incomodando y dejamos el asunto, pero para mí ha sido muy provechosa y aclaratoria esta conversación. El problema es que ahora la idea de tener un revolcón con Jesús me atrae muchísimo más.

Mañana es martes, día de San Fabio. ¿Qué hago: lo llamo o no lo llamo? Ya sé qué haré: me bajaré los pantalones y le preguntaré a cierta parte de mi cuerpo. Según su actitud, llamaré o no.

6 comentarios:

  1. Vaya pieza q es el angel tiene mas carrera ya q el baul de la concha piquer. A este poco le vas a enseñar. Mejor vete a follar con el venezolano, tu y nosotros lo pasamos mejor

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  2. PARECEME BIEN QUE ENTRE ANGEL Y JESÚS SE JUNTEN. PERO RAFAEL ES TONTO AL QUERER HACER COSAS CON JESUS CUANDO RECHAZADO YA HA SIDO

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  3. La crema para el puño no es la misma que para follar. Son dos cosas distintas. Luego pasa lo que pasa. Me sorprende que chavales universitarios y de hoy en dia sean tan panolis. Con los niños que follo cada semana son mas listos que yo a mis 59 años. Y conozco a muchos porque no suelo repetir. En las redes para ligar por teléfono hay miles para elegir.

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  4. Soy el comentarista anterior. Quiero aclarar que todos los chicos con los que estoy son mayores de edad.

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  5. Tende depura oligo senna ab sedinlo atrasys es.

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  6. Menos mal que Jesús es activo, ya me decepcionó Ángel que nos ha salido pasivo total, Esperemos que no cambie porque cada día es más difícil encontrar activos de verdad. Me gusta esta historia y espero que dure mucho tiempo.

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