Vivencias de un gay

lunes, 5 de enero de 2015

75. Fiesta accidentada


Ante la imposibilidad de pasar la noche de Fin de Año con Ángel debido a su innegociable compromiso familiar, acepté el ofrecimiento de Paquito para cenar con él en su casa. Algún otro año ya me la había propuesto pero sus malas compañías me hicieron desistir siempre. Esta vez cenamos los dos solos (afortunadamente su chulo colombiano anda distanciado de mi amigo y seguro que tendrá algún otro tonto al que chulear).

Cocinó una carne en el horno para la que hacía falta una sierra mecánica si la queríamos cortar. Comer apenas comimos pero al menos nos reímos de lo malo que salió el asado. Luego fuimos a Chueca a dar una vuelta para tomar una copa y hacer tiempo hasta la hora de ir a casa de un amigo de Paquito que es escritor (se llama Martín Ibarrena, un clásico de Chueca de toda la vida) que le había invitado a su fiesta de Fin de Año, como en años anteriores. Nos fue muy difícil entrar en algún lugar porque estaban supersaturados, incluso con colas interminables. Apretujados a tope logramos entrar en Liquid con su panda de aspirantes a pijos y gran mayoría de chicas que casi ni respirar se podía. Con otro esfuerzo demencial logramos recuperar de nuevo la calle, perdida la esperanza de pedir nada en absoluto. En Ricks no pudimos ni bajar el primer escalón de la entrada. Pasamos el rato andando por las calles que parecían pasillos del metro en hora punta, cuidándote de los cacos que estaban haciendo su negocio como si fuera el día del Orgullo pero con un frío tremendo.

Cuando llegamos al piso del escritor, ateridos de frió y con un aburrimiento de narices, ya había bastante gente gorroneando wiski y dulces como si se fuera a acabar el mundo. Tenía puesta música pero nadie bailaba, todos estaban pendientes de seis chaperos brasileños que Martín había contratado para toda lo noche y que se paseaban en tanga entre los viejos salidos, esquivando pellizcos y manotazos a sus pollas. Pronto más de un chapero perdió su tanga y algún que otro se mosqueó ostensiblemente ante el exagerado acoso a que los tenían sometidos.

Yo me marché un poco antes de que el dueño de la casa nos ofreciera un anunciado striptease vestido de mujer que suele repetir, año tras año, hasta quedarse en pelotas con una emoción que solo él siente. Paquito se quedó porque para él, el poder tocarle la polla a los brasileños y ponerse hasta el culo de alcohol todo gratis supone pasar una Nochevieja fabulosa.

De todos los tíos que vi, el que más me gustó fue el taxista que me llevó a casa aunque él ni se entero de mi admiración. Antes de dormir me hice una pajita para poder conciliar el sueño pensando en mi niño, que estaría mucho más divertido que yo, rodeado de su inevitable novia y sus amigos del alma heterosexuales.

Me ha contado Paquito que la fiesta del escritor acabó muy mal. Afortunadamente yo tuve el acierto de irme pronto: resulta que luego llegaron unos chicos jóvenes y la gente pensó que eran más chaperos y todos les quisieron meter mano porque ya los brasileños estaban muy tocados. Pero eran unos chulitos que no se sabe muy bien a qué habían ido. El caso es que la noche acabó en una pelea en la que rompieron cosas de mucho valor de la casa y hubo heridos entre los invitados y entre los brasileños. A Martín Ibarrena le dio un ataque de ansiedad y lo tuvieron que llevar a un médico que alguien conocía vestido de mujer porque, al parecer, ni le dio tiempo de hacer su ansiado (ansiado para él solo, claro) striptease. Antes de irse me contó Paquito que vio cómo gente -invitados y brasileños- robaban cosas de la casa cuando ya se habían llevado al dueño indispuesto.

Al final me confesó que él mismo se había cogido un búho de plata, pero que, después de tenerlo en casa, cree que los ojos son dos rubíes y está pensando en ir un día a devolvérselo, diciéndole que lo guardó para que no se lo quitaran. Realmente pienso que no se lo va a devolver. Supongo que al tonto de Martín se le quitarán las ganas de hacer más fiestas en su casa los Fines de Año. El hombre está de lo más depauperado; siempre ha sido muy melifluo y blandón, pero ahora que se está haciendo mayor da pena verlo.

11 comentarios:

  1. Joider tios ¿donde encontraís fiestas de esas? Con chaperos, comida gratis, mi expareja que es mayor me hablaba de estas fiestas en las casas y siempre me moló mucho y quedé con ganas de conocerlas

    ResponderEliminar
  2. No conozco a ese escritor, o quizás lo ocultas con ese sinónimo, pero me recuerda a ese tipo de personajes del siglo pasado, cuando el Café Gijón estaba en su auge y los literarios de medio pelo que en su madurez decadente se convertían en viejas ridículas con el norte perdido y siempre pasto de chulos y chaperos que los desangraban.
    Antonio Villena ha descrito varias veces a estos personajes en alguna de sus novelas y también Paco Umbral los fotografió magistralmente en su novela El Giocondo.
    Me ha sorprendido que en la actualidad aún queden algunos personajes decimonónicos como este Martín Ibarrena.

    ResponderEliminar
  3. Mucho mejor tu fiesta que mi nochevieja. Tuve que ir a la casa de la familia de mi pareja y lo pase peor que mal. Con sus padres no hubo problemas ni con su hermana mayor, pero el hermano al que nunca habia visto me mató con lamirada ya en la presentación. Tiene un hijo de once años que no dejaba de mirarme en toda la cena, y cuando le pillaba se ponia rojo como un tomate que me daba lástima del pobre niño. Me dejo pasmado cuando me dijo que en su escuela habia uno como yo. Le pregunte que en que se parecia me solto que iba a los servicios a mirarles las pelotas a los demas.No pude aguantarme y le dije que yo solo le miraba las pelotas a su tio.Seguro que me lo hubiera pasado mejor viendo el stripti de la loca escritora ja ja

    ResponderEliminar
  4. GUSTAME QUE PRONTO MARCHASTE DE LA MALA FIESTA. CHAPEROS SOLO POR EL DINERO VAN. BUSCARTE OTROS AMIGOS MEJORES DEBES HACER. PAQUITO LADRON ES.
    .

    ResponderEliminar
  5. Vaya mal ambiente q hay en Madrid
    Cada vez me alegro mas de vivir en un pueblo lejos de tanta podredumbre y malos rollos

    ResponderEliminar
  6. Salir en Nochevieja siempre ha sido un error, como no sea a fiestas familiares y estas a veces tambien son un fiasco.Yo hace años que no salgo pero siempre las recuerdo desastrosas y como para olvidarlas todas.

    ResponderEliminar
  7. Nochevieja siempre tiene tras de sí un montón de historias recuerdo la de un amigo que esa noche por primera vez se le levantó la polla con una mujer en toda la vida gay resulta que se le puso tiesa y sin quitarse siquiera la ropa dejó embarazada a una mujer. tuvo un hijo al que apenas conoce y que ya tiene 18 años

    ResponderEliminar
  8. ja ja ja yo sé una historia aún más complicada y esa si me pasó a mí una Nochevieja me quedé a dormir en casa de un matrimonio amigo y me tocó dormir en el cuarto de su hijo de 13 años A media noche sentí como alguien me tocaba mis partes y cuando vi que era el niño tuve que hacerme el dormido darme la vuelta y hacer como que no me había enterado Hoy día ese niño está casado con un médico de Pamplona

    ResponderEliminar
  9. MI NOCHEVIAJA FEA FUE HASTA LAS DOCE Y DIEZ QUE MARCHÉ DE LA CASA Y AL PABELLON DE LOS PASTORES FUI. ALLI REUNENSE LOS PASTORES Y VAQUEROS DESPUES DE LAS DOCE CON SU MUJER ALGUNOS. ELLOS CANTAN Y RIENSE Y CHISTES HACEN. PASELO BIEN HASTA LAS DOS QUE MI PADRE VINOME A BUSCAR EL ENFADADO CONMIGO SIEMPRE ESTA.

    ResponderEliminar
  10. ¡Buenasss! ¡Feliz año a todas las chuecas! (es una broma, ¿eh?) Aquí vuelvo a comentar. Nunca he dejado de seguir el blog. Solo que ahora don JJ está emparejado y ha tenido varias complicaciones para comentar, principalmente por razones espaciotemporales o temporoespaciales.
    Ángel tiene a Rafael vuelto un ocho. El niño envuelve al pobre y hace y deshace con él, lo mata y lo arrebata, en fin, Rafael se terminará cansando de tamaño enredo. Sin embargo, hay gente dispuesta a soportar esas cosas y más, y pasar toda una vida así. No sé si eso llega a ser amor por alguien o desamor propio, pero es triste para aquellos que se dan cuenta demasiado tarde.
    Pero, Bueno, comencemos este año aspirando a lo más bueno y bonito de la vida: amar sin medidas y ser plenamente feliz.

    ResponderEliminar
  11. enhorabuena j.j Portu emparejamiento parece que eres de los pocos que lo consiguen todos aspiramos a lo mismo y todos vamos de batacazo en batacazo ojalá que tu signo sea contagioso y los demás corramos tú misma buena suerte

    ResponderEliminar