Vivencias de un gay

miércoles, 31 de diciembre de 2014

74. Amigos con derecho a roce

El viernes tomamos un café que se prolongó más de lo planeado gracias a la conversación fluida e interesante que tuvimos. Le conté lo que me ocurrió en el bus de Guadalajara, ese toqueteo tan imprevisto como caliente con el pasajero del asiento de al lado, algo que ya os conté en el capítulo Morbosa situación allá por el mes de julio. ¿Y cúal fue su reacción? Me soltó:

―¡Joder, qué suerte tienes! A mí nunca me ha ocurrido nada así. Eso me pasa por ir siempre en coche. Una cosa de esas tiene que ser muy emocionante, con el morbo que tiene que dar el que te puedan ver los de al lado, ¡qué guay! ―lo que da una idea de su espontaneidad―.

La parte más sustanciosa de nuestra charla giró en torno al matiz que vamos darle a lo nuestro. Le pareció estupendo encajar nuestra relación como «amigos con derecho a roce», pero matizando que con prioridad total ante nadie. Y atento a sus conclusiones sobre los siguientes temas: lo de su novia es agua pasada y lo de ahora solo es una comedia ante sus respectivos padres. Como ya no siente nada por ella si alguna vez se ve obligado a tener algún «arrumaco» (sic) le resulta como si lo hiciera con una estatua, totalmente frío. Lo del profe es un error del que se puede aprender y lo del bus, historia que se le quedó muy presente, una experiencia cachonda a la que no le habría visto ninguna importancia aunque hubiera ocurrido en la actualidad y reconoció que si a él le pasara algo así, seguiría el juego por experimentar.

Y todo esto lo dice con una naturalidad y un desparpajo que te quedas alucinado. Para Ángel todo es relativo, quizás por su juventud o su falta de vivencias sus conceptos sobre lo bueno y lo malo son muy indefinidos. Y el concepto más diluido de todos para él es el de pareja. ¡Claro que somos pareja! Pero en eso también cabe su doble vida con la presencia de su ex, sus vivencias experimentales y, según él, enriquecedoras por lo que tienen de aprendizaje, mis cachondeos sin sentimientos y todas las experiencias que, piensa, aún tenemos que vivir juntos. Todo un emplaste de difícil digestión y que, aún, no sé como abordarlo.

En contra de todo lo previsto, este fin de semana ha sido de los mejores que recuerdo últimamente y por varias razones, eso sí, con un par de lunares. El sábado a mediodía me llama Ángel para ver si estoy en casa o trabajando. Por casualidad no le hice la guardia a un compañero y, efectivamente, estaba en casa sin ánimo ni para levantarme. Me pregunta que si puede venir para quedarse hasta el domingo, pero para estudiar; necesitaba concentración y pensó que conmigo lo lograría. Imaginaos mi ilusión y a la vez mi agitación, tuve que levantarme a toda prisa, limpiar toda la casa y pensar dónde lo podía colocar para que estuviese cómodo.

Apareció con su maletín de aseo y con su ordenador. Vino con ropa deportiva y ¡cómo le sienta ese tipo de ropa! Apenas se instaló en la sala y para sentar las bases del día le dije:

―Me voy a duchar y vestir, saldré para comprar la comida y luego me encerraré en el dormitorio para no molestarte y que no pierdas tu concentración.

La concentración la perdió en mitad de mi ducha, con restos de jabón aún sobre mi cuerpo lo sentí entrar en el baño, desnudo como su madre lo trajo al mundo, con una erección ya culminada, para que le dejase sitio junto a mí. Jugueteamos, inundamos la estancia, intentamos la penetración sin éxito porque el agua no es buena ayudante y tras una mamada de las que yo sé hacer se corrió entre alaridos, quedándose tan muerto que ni me pudo ayudar apenas para que yo terminase con una auto masturbación sabrosa.

Me aseguró que no hay nada como un buen polvo para comenzar a estudiar y no soy yo el que le iba a quitar la razón. Me sentí muy feliz pensando en el menú que le podría hacer, comprando en la plaza los ingredientes, eligiendo un buen vino a pesar de que quizás no lo tomara para no interferir en su estudio vespertino, cocinando para él, sintiéndolo en la sala teclear su computador... Viví la ilusión de ser pareja y gocé con esa sensación de estar trabajando para «mi hombre». Claro que aún quedaba lo mejor por ocurrir.

Cuando el muchacho tuvo hambre, seguramente incitada por los sugerentes olores que le llegaban desde la cocina, comimos los aperitivos que se me ocurrieron, la ensalada de atún, espárragos y salmón y una pierna de cordero asada con tomillo y brandy. Entre la copiosa comida y que, al fin, abrimos la botella de vino, los dos entendimos que era obligada una pequeña siesta para que la tarde fuese provechosa. Y en esta siesta, ¡Eureka! Aprobamos parte de esa asignatura que tenemos pendiente el niño y yo respecto al sexo. Puse en práctica todos los secretos que conozco para dilatar el perezoso agujerito de Ángel que con verdaderas ganas quería recibir mi miembro dentro de sí. Estos preparativos le resultaron tan gratos al niño que cuando logré, al fin, penetrarle, en apenas cuatro movimientos el muchacho llegó al clímax con un orgasmo que no pudo contener. Por una parte me alegro por él, ya que de pasivo va a gozar mucho en su vida, pero por otro lado y pensando en mí, siento que cada vez vamos a tener los gustos más similares.

Pasamos la tarde cual matrimonio bien avenido: él con su ordenador y sus libros y yo poniéndome al día con esa novela que nunca me animo a terminar. Solo hubo dos lunares en la tarde, uno cuando llamó a su padre para decirle que al final se quedaría esa noche en casa de su compañero: «Sí, con Nando, el de la novia rumana», y el otro al recibir la llamada de su novia. Cuando habló con ella bajó el tono de su voz y para hacérselo más fácil salí de la sala y me entretuve en la cocina hasta que terminó. No era el día apropiado para hacerle saber todos los comentarios maliciosos que me vinieron a la cabeza durante todo el tiempo que duró su conversación. Apenas escuché sus palabras pero el tono sí que lo pude distinguir demasiado cariñoso para mis deseos.

Salimos a cenar una pizza y dimos un corto paseo alrededor de la plaza de Toros. La noche era fría
 y al niño le vino bien para despejarse ese rato al aire libre.

Aún prolongó tres horas más el estudio y cuando vino a la cama donde yo lo esperaba leyendo, cayó rendido de tal forma que al minuto ya estaba totalmente dormido. El que apenas durmió fui yo, me entretuve mirando cómo descansaba y también pude comprobar el hecho de que casi durante todo el tiempo estaba empalmado. Se conoce que tuvo sueños muy agradables, lo que no sé es si con su novia o conmigo.

Se levantó tarde y tras desayunar recogió todas sus cosas y marchó para la comida familiar de los domingos que es sagrada y mi casa volvió a quedarse vacía.

Por la noche estuve tomando una cerveza con Paquito. Me contó que había estado en la sauna donde trabaja el colombiano. Por suerte no estaba pero obtuvo información abundante de él. Le dijeron que no va mucho porque tiene un cliente fijo, un desgraciado que ha sucedido a Paquito y que por alguna razón misteriosa estuvo unos días detenido por la policía.


9 comentarios:

  1. Preciosa postal de Año Nuevo. Lo malo es que el fondo es muy oscuro y con las letras negras se lee con dificultad. Feliz2015

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  2. No encuentro el capitulo ese del bus y ya me ha picado la curiosidad. Feliz noche de hoy aunque a mi con quien me gustaría pasarlo es con ese niño y más ahora qu e sabemos que es pasivo. Atleta rico y pasivo eso es lo que me mola y me vuelve loco en este mundo. Pero bueno la pasare con mi mujer y mi hija para no romper la tradicion

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  3. GUSTAME QUE COMO PAREJA TE HAS SENTIDO. PERO ANGEL TE HA DICHO COSAS QUE FEAS SON. OLVIDARLO NO DEBES. NO ENTIENDO QUE LA CAMA LO MAS IMPORTANTE ES PARA TODOS, TU TAMBIEN ERES ASI, ESO NO GUSTAME. SEXO SEXO SEXO HARTO ESTOY DE QUE TODO MUNDO HABLE DE ESO. EN EL MUNDO DE LA CIUDAD SOLO EN ESO PIENSAN TODOS. CUANDO YO ESTE ALLI DIFERENTE TODO SERA. YA ME QUEDA MENOS. FELICIDADES POR EL AÑO PERO A RAFAEL SOLO . PARA SU PAREJA NO NO GUSTAME SU MANERA DE PENSAR NI COMO ES. SIENTOLO DECIR ESTO MAS MI PENSAMIENTO ES.

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  4. Felicidades por el nuevo año y porque terminaste el año follando. Te deseo que sigas en esta dinámica y que nos lo cuentes

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  5. Nada hay más difícil en las relaciones humanas que esa especialidad que habéis elegido vosotros: " amigos con derecho a roce". Es lo más inconsistente que puede haber. El ser amigo requiere tener la confianza de poderse contar todo, incluido los polvos que se tengan fuera de esa amistad. Y cuando eso ocurre las dudas y los sentimientos encontrados surgen. "¿porque va a follar con otros teniéndome a mi?" Pronto estas disyuntivas nos obligan a entender que la cuestión del sexo fuera de esa amistas es mejor obviarla y nos callamos e incluso mentimos. Entonces lo que sale perjudicado es el concepto de amistad. Al final y tras un periodo de sexo por costumbre, se acaba perdiendo todo, la amistad y el roce.

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  6. que vueno lo del autobus me a gustao mucho es caliente y me de envidia a mi como le a dado al chico tuyo. Aver si tengo tiempo y voi leyendo los hojas anteriores son guay

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  7. AMIGOS CON DERECHO A ROCE QUIERE DECIR QUE CON MAS CHICOS ESTAR PUEDEN? NO GUSTAME NADA PERO NADA NADA ESA RELACION. ANGEL TE ENGAÑO OTRA VEZ CON UN TRATO QUE PARA TI MALO ES

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  8. HAS CONTADO EN ALGÚN CAPITULO LA HISTORIA DE TU AMIGO PAQUITO Y EL COLOMBIANO? YO NO LA HE LEÍDO, SI ESTA, TE AGRADECERIA QUE ME LA DIJESES. LA DEL BUS ME PARECIÓ LA BOMBA, MUY ERÓTICA Y, COMO SIEMPRE, MUY BIEN CONTADA CON TACTO Y SIN PERDER EFECTISMO. TRABAJO DE VIGILANTE EN EL PUERTO DE MARBELLA Y PASO MUCHAS HORAS SOLO, TENGO MUCHO TIEMPO PARA LEER TUS INCREIBLES HISTORIAS. MUCHAS GRACIAS Y FELIZ AÑO 2015

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    1. hola muchas gracias por tu cometario y muchas felicidad y bendiciones para este 2015. los capítulos en que se nombra paquito y el colombiano son 32,33y 37 espero que los disfrutes leyendo muchas gracias

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