Vivencias de un gay

sábado, 31 de octubre de 2015

120. Mundo de retrógrados


Este fin de semana ha sido muy neutro. Llamé a Jesús, no con intención de vernos, tan solo porque me apetecía hablar un rato con él. Su padre le ha pagado un máster de Gestión Empresarial en el ICADE. Empezó el viernes y creo que me dijo que son tres meses únicamente. Al parecer, el temario es muy extenso y se quedaría el sábado echándole un vistazo. Del domingo no le hablé porque sé de sus compromisos familiares. Me dijo algo que por su tono y por la importancia que le dio al contármelo, noté que le tenía un tanto impresionado:

―Me ha venido a ver Begoña porque quería hablar conmigo. Estaba tan guapa y arreglada como cuando empezamos a salir, nada que ver con el aspecto más descuidado que en los últimos años de nuestra relación lucía. Creo que la rutina y la costumbre de una relación asentada y anclada se notaba también en la forma de vestir, al menos por parte de Begoña, y me di cuenta cuando me sorprendió verla nuevamente coqueta. Vino a decirme que este fin de semana tenía una cita con un compañero de su escuela, un chaval que juega al rugby del que ambos sabíamos, tenía interés por ella desde siempre. Es un buen chico y recuerdo que a veces nos hemos reído por su torpeza al querer esconder sus sentimientos por Begoña. Me comentó que saldrían por primera vez juntos y que si este muchacho le proponía una relación, como estaba segura de que así ocurriría, la respuesta que tenía pensado dar era afirmativa. Le mostré mi extrañeza por venir a contárselo, cuando entre ellos las cosas habían quedado suficientemente claras, y me respondió que tras tantos años de ser pareja, ella entendía que era su obligación informarme de sus planes antes de que me llegaran los cotilleos, mal intencionados, de otras personas.

―Me parece que es un buen detalle de educación y de consideración hacia ti por parte de Begoña ―le respondí ante el silencio que se produjo tras la última palabra de Jesús―.
―Sí, eso mismo pienso yo. Es una gran persona a la que quiero mucho. Y no solo no me arrepiento por haber roto nuestro noviazgo, me alegro mucho de haberlo podido hacer porque estoy seguro de que en un futuro le hubiera hecho mucho daño a esta chica que posee una bella alma. Te juro que me alegraría mucho si con este muchacho le fuesen bien las cosas, se merece un tipo que no tenga ningún enredo en la cabeza y se dedique a ella en cuerpo y espíritu. Y así mismo se lo dije, creo, y en esto los dos coincidimos, que podremos llegar a ser grandes amigos. ¡Qué bueno que ella pueda arreglar su vida! ¡Ahora falta que yo pueda hacer lo mismo con la mía!

Está claro que en los ambientes que se mueven estos chicos, la educación juega a su favor, normalmente cuando una pareja rompe, se tiran los trastos a la cabeza y quedan de pena, pero en la jet las formas y la elegancia están por encima de las circunstancias.

Estuve comiendo con Paquito. Sigue tan enamorado de su chico que, al parecer, cada día le cuesta más aceptar su ausencia cada fin de semana para pasarlo junto a su anciana madre en su pueblo de origen. Me habló de una sauna nueva que han abierto y que tiene una piscina grande en la que se puede incluso nadar. Me pareció que podía ser una buena alternativa para este sábado y tras levantarme de una larga y aprovechada siesta, fui a ver si la encontraba. El propio Paquito me dijo que antes de conocer a su hombre me hubiera acompañado, pero ahora solo vivía para esa relación que tanta felicidad le estaba dando.

La sauna es pequeña pero coqueta y la piscina se queda a medio camino, es decir, para un sábado resulta pequeña para la gran cantidad de «nadadores» que estábamos, pero, supongo, que para cualquier otro día laboral puede resultar suficiente y agradable. Este local tiene la ventaja de no ser exclusivamente para ligar, si bien es verdad que tiene sus cabinas y que se nota cierto cancaneo, la mayoría de los clientes estaban ocupados en la piscina y en los menesteres propios de una sauna, es decir, tomar el vapor, la sauna seca, ducharse, nadar, relajarse...cNo estoy muy seguro, pero creo que no tienen cuarto oscuro.

En el bar se enrolló conmigo un señor lo suficientemente simpático como para entretenerme durante un par de horas hablando. Se trataba de un jubilado que me contó gran parte de su vida; se quedó viudo hace tres años y fue entonces cuando decidió salir del armario que durante toda su existencia le tuvo asfixiado. En una Navidad que estaban reunidos sus cinco hermanos con sus respectivas familias, confesó su verdadera identidad sexual aunque mintió a la hora de proclamar su absoluta fidelidad a la fallecida esposa. El impacto de su declaración fue tan rotundo que inmediatamente el hermano propietario de la casa donde estaban reunidos le pidió que se marchara y se olvidara de la dirección para siempre. Ninguno de los otros hermanos lo apoyó y tuvo que abandonar, bajo un tenso silencio y la mirada baja de todos los asistentes, aquella fiesta de Navidad que sería la última vez que ha podido ver o hablar con su familia. De esto se cumplirán tres años en el próximo diciembre y excepto las primeras llamadas de este jubilado a sus hermanos para tratar de iniciar un acercamiento en las que siempre terminaban insultándolo y colgándole, nunca más ha podido relacionarse con ninguno, ni cuñadas ni sobrinos. La amargura de este señor al contármelo me dejó impresionado. ¡Cuánto nos queda por avanzar en este mundo de retrógrados!

Cuando el hombre me pidió que lo acompañara a una cabina, no supe decirle que no; hubiera sido como ponerme al lado de su injusta familia. Pero mi cuerpo no pudo responder, mi cabeza estaba demasiado afectada por lo escuchado y el cuerpo de este pobre jubilado no ayudaba en absoluto. Cuando el señor se dio cuenta de que mi predisposición no encajaba con mis buenos propósitos, me agradeció el intento y me dispensó del compromiso. Es admirable cómo la edad y la experiencia ayuda a esta gente mayor a aceptar los fracasos con tanta resignación. Decididamente la vejez es un terrible destino, pero la vejez homosexual es aún mucho peor, pensar en ello nos hace tanto daño que pocas mentes lo soportan. Nuestro cerebro, en un acto de supervivencia, es incapaz de gestar cualquier pensamiento de cómo será nuestra vida tras los ochenta.

A poco de salir de la sauna, cerca de la una de la madrugada, sonó mi móvil. Era Ángel.
―Acabo de dejar a Isa en su casa. Si te animas, quedamos para dar una vuelta por Chueca.
―Estoy a punto de abrir la puerta de mi portal ―le mentí― y no me apetece volver de nuevo al centro.
―Es que no quiero ir solo.
―No sería la primera vez
―Ya, pero tú sabes que soy especialista en complicarme la vida y hoy solo pretendía dar una vuelta contigo, mañana tengo que ir a la hípica y no puedo trasnochar demasiado. Pero bueno, si no te apetece, lo dejamos para otro día. Me voy yo también a casa.

Estaba seguro de que si me acercaba a la puerta del Cool, lo vería entrar, pero estaba cansado y mi cama me apetecía mucho más que andar de espía.

10 comentarios:

  1. SI SALGO YO DEL ARMARIO EN MI CASA IGUALMENTE ECHANME DE CASA. O QUIZAS PEOR, MI PADRE ME MATA Y LUEGO MATASE EL. DEJOME MUY TRISTE LA HISTORIA DEL SEÑOR ANCIANO. YO ESTOY SOLO EN LA JUVENTUD Y SE QUE ESTARE SOLO CUANDO MAYOR DEBA SER. ASI NADIE QUERRIA SER GAY SI ELEGIR PUDIERA. TODO PARA NOSOTROS MALO ES. SOLEDAD, NADIE ACEPTANOS, RIENSE DE NOSOTRES Y DISGUSTOS A NUESTRAS FAMILIAS TENEMOS QUE DAR. CUANDO CONOZCA A UN ANCIANO SOLO GAY HARE COMO TU RAFAEL Y ESTARE CON EL SI PUEDO.

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    1. Chico yo soy un anciano. Si estas conmigo no hace falta que duermas junto a mi Una caricia de vez en cuando es suficiente. Tendras pan y vino para toda tu vida y podras vivir en una de las dos casas que tengo. Si dices si te dire mi pueblo y mi nombre y asi me encontraras. Pero si vienes con mala intencion del pueblo no saldrás.

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    2. NO IRE A SU PUEBLO . NO PUEDO NI QUIERO IR PORQUE A CAMBIO DE ALGO COMO COMIDA O CASA NO IRE. CON SENTIMIENTOS SI IRIA MAS SU CASO NO ES. PERO DESEOLE QUE ENCUENTRE UN AMIGO BUENO QUE ESTE CON USTED NO POR PAN VINO NI CASAS

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  2. que gracia me hace el escritor del blog cuando habla de la incertidumbre de los gays a los ochenta, ja ja no hace falta llegar tan lejos, los homoxesuales somos ancianos a los 55 años, para esta edad ya no existimos para nadie, nos miran recelosos los jovenes si nos ven en " sus" bares de copas y alguna vez he sufrido el desprecio físico de estos "viejo aqui no tienes nada que hacer" me han llegado a decir en alguna ocasión.
    A partir de los 50 somos carne de chaperos y estos son los únicos que muestran interés por nosotros.
    El otro día hablabais del racismo de los fuertes contra los débiles, pero os aseguro que eso no es nada comparado con el racismo de los jóvenes con los viejos.

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    1. Tengo 24 años, creo que se me puede considerar joven, y es verdad que tu con 55 años no me gustarias, pero porque aún te faltan cumplir al menos cinco mas para que fueses de mi total gusto. Yo no se porque todo el mundo piensa que los hombres de la tercera edad no son atractivos, a mi son los unicos que me gustan y me ponen a cien. Lo que no soporto los jovenes guapos porque para eso ya estoy harto de verme en el espejo. Unas manos huesudas y llenas de venas dan seguridad, son muy eroticas, un rostro con arrugas dan ganas de comerselo a besos y para polla dura ya tengo la mia yo las prefiero grandes y morcillonas. Bueno pues como nadie se fia de que mi gusto sea ese no ligo ni por mucho que prometa que me encanta la tercera edad. Cuanto mas mayores mas desconfiados.

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  3. En Sudamérica el homoxesual es viejo a los 35 años. Si para entonces no encontraste pareja mejor desaparece del ambiente porque aunque estés nadie te va a mirar

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  4. Afortunadamente la aparición de la moda de los osos, nos abierto la posibilidad de sexo a los que . antes nos rechazaban por gordos, feos, y viejos. Aunque tenga que ser entre nosotros mismos podemos relacionarnos con la gente y salir. Hay jóvenes y bellos que les gustamos, pero no nos engañemos, son muy pocos y muy raros.

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  5. Cuando yo salí del armario con 48 años, mis hijos dejaron de hablarme y uno de ellos tuvo que seguir tratamiento psicológico. Mi mujer fue la que mejor lo entendió, me dijo que jamas había disfrutado conmigo en la cama y que se quedaba tranquila al saber la razón, durante mucho tiempo pensó que era por su culpa. Ahora mi mujer, mi pareja varón y yo nos vemos con frecuencia y solemos salir juntos a cenar, pero con mis hijos solo me ven en las celebraciones familiares pero sin dirigirme la palabra

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  6. Una sauna nueva en Madrid? Cual? Donde esta? En Barcelona si que hay buenas saunas. Auque estan todas casi vacias. Ya solo es terreno de la tercera y cuarta edad. Solo hay gente joven en la Adam y la Gran Vía porque son los chaperos.

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  7. yo mi gustan hombres espnoles maiores pero yo no gusta a ellos porqe soy moro

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