Vivencias de un gay

martes, 16 de septiembre de 2014

51. Excitante ducha

Pasó el fin de semana y pasó lo que tenía que pasar. Vamos por partes:

El viernes a las diez me encontré con Ángel en la cafetería California, cada uno con su mochila (él me dijo que iba a llevar mochila, así que yo, para no ser menos y parecer más de su edad, me busqué otra mochila y metí malamente lo que pensaba llevar en mi maleta. Como comprenderéis, tuve que dejar un montón de cosas). Al poco rato enfilábamos la carretera de La Coruña en su pequeño coche. Bastante entusiasmados, hablando por los codos los dos y con una ilusión del carajo.

El viaje fue bueno pero el problema es que conduce demasiado deprisa para ser un coche tan pequeño; hubo momentos en que pasé miedo, pero no le dije nada para no dar síntomas de debilidad. Sabemos que a los jóvenes les gusta la velocidad, son un poco inconscientes con los coches; si le hubiera dicho algo, me vería con la edad que tengo, y en ningún momento quiero que se note mucho la diferencia. Paramos a comer en un lugar de carretera y nos estafaron de mala manera. Estos sitios aprovechan su ubicación para dar una mala comida y pegar unas clavadas de espanto. Pero como llevábamos muy buen rollito y todo nos daba risa, las cosas que en otro momento me hubieran cabreado mucho, en esa comida la mala calidad nos divertía y nos descojonábamos con el bistec que no había manera de hincarle el diente. A media tarde llegamos a Santander y encontramos el hotel con facilidad. En recepción me pareció que el empleado nos miraba con un poco de recachondeo; normalmente solo piden un carné, pues a nosotros nos pidió el de los dos y así como mirándonos de soslayo, haciéndonos saber que el recepcionista no era tonto y que sabía perfectamente a lo que íbamos. Subimos las mochilas a la habitación. Decidimos darnos una ducha rápida y salir a dar una vuelta por la ciudad, cenar, tomar un trago en algún local que nos gustase y regresar al hotel...

Me dijo que me duchase yo primero, seguramente a él le daba corte y esperaba a ver que hacía yo, si cerraba la puerta o solo la mampara, vamos, que prefirió dejarme a mí la iniciativa. Yo con toda la naturalidad del mundo tomé mi calzoncillo y entré en el baño, torné la puerta pero sin cerrarla del todo; al fin y al cabo éramos coleguitas y una ducha no es nada. O al menos eso pensaba yo, porque al poco de empezar y cuando me acababa de enjabonar escuché como se abría la puerta del baño y como Ángel corría la mampara. Confieso que me dio un poco de acojone que disimulé maravillosamente. Ante mi apareció el niño con solo una toalla alrededor de su cintura.

―¿Hay sitio para mí? ―me preguntó con una sonrisa de oreja a oreja y un tono rojizo en sus mejillas―.
―Pues si no lo hay, nos apretamos. ―le contesté sin apenas mirarle y con una naturalidad totalmente fingida―.

De reojo vi como tiraba la toalla al suelo y entraba a la ducha; entró medio de espaldas pero no lo suficiente como para esconder su larga polla tan tiesa que no se le despegaba de su ombligo. Yo seguía con mi labor de enjabonarme aunque te juro que ya no sabía ni lo que hacía; me puse de espaldas y apretado contra la pared para dejarle espacio suficiente.
―Pues sí que es pequeño esto. Tendremos que apretarnos ―me decía mientras me pasaba sus brazos por la cintura y juntaba su cuerpo contra mi espalda―.

Al instante noté su durísima polla restregarse contra mi culo y al mismo instante agarre una erección de las buenas.

Sin darme cuenta puso en marcha el grifo del agua, yo creo que para que no escuchase sus jadeos porque estaba excitadísimo. En un momento se despegó de mí pero yo rápidamente me eché hacía atrás para seguir notando aquel miembro tan goloso. Yo, aparte de tener los ojos cerrados, estaba de espaldas y eso me predispuso para que todo fuese mucho más excitante; tenía miedo de que si lo miraba, se terminase el encanto. Pero el encanto acabó muy pronto y no por culpa mía. Cuando el niño se separó fue porque vio que se corría; si yo no me hubiera vuelto a juntar, quizá se le hubiera cortado la corrida, pero mi gesto lo provocó aún más y enseguida sentí que me abrazaba con mucha fuerza y escuché una especie de quejido ahogado y un suspiro largo y profundo.

―Lo siento, lo siento ―me decía apoyando su cara contra mi oreja y manteniendo el abrazo―.

Cerré el grifo después de un buen rato de permanecer así y lo dejé que buscase la toalla para que se la pusiese nuevamente. Casi sin decir nada terminé de ducharme, me sequé y salí a la habitación ya con eslip. Lo encontré sentado en el borde de su cama, con la cabeza sujeta entre sus manos y mirándome con carita de pena.

―Lo siento, pero te aseguro que esto no me había pasado nunca. Yo no sabía lo que era eso de la eyaculación precoz y lo acabo de descubrir. ¿Estás enfadado?

Sin mirarle apenas y para que viera que yo no le daba importancia le dije:

―Venga, déjate de rollos y vete a la ducha que tenemos que dar un paseo. A la noche ya hablaremos de esto. Verás que pronto se soluciona tu precocidad.

Se levantó de un salto y mientras pasaba al baño me dio jugando un toallazo. Yo hice un ademán de perseguirlo para seguir el juego y pude observar su estilizado cuerpo aniñado desnudo, blanco como la luna y con aspecto de atleta juvenil.

Salió de la ducha desnudo a buscar su mochila, pero yo tuve cuidado de no mirarlo mucho porque para entonces yo sabía que el sexo con el niño funcionaría mejor a oscuras.

14 comentarios:

  1. A mi si me ha gustame y mucho. En mi puta vida me ocurrió algo así

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  2. Como no te quites el síndrome de viejo con este muchacho no llegarais a nada. Este niño no te ha buscado por joven. No hay nada mas ridículo que un maduro queriendo pasar por adolescente.

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  3. Siempre han sido las duchas una parte muy morbosa en el mundo gay. Precioso relato me encanto.

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  4. Lo de la ducha lo tenemos mi pareja y yo muy machacado pero nos ha gustado mucho tu escrito

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  5. Y esto es todo lo que ha pasado en Santander? Una corrida involuntaria otro que ni se llego a calentar porque ni le atrae el niño y encima tiene complejo de viejo, un desastre de viaje. Uno por inexperto y salido y el otro que le vale madre todo están desperdiciando al menos la posibilidad de una gran cojida

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  6. parece que este blog está subiendo el tono erótico muy arriba la anterior entrada fue despampanante y ésta sigue la misma línea pero con más sentimientos y una delicadeza extrema aplaudo esta iniciativa

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  7. qué buena actitud tuviste con ese chaval ante su debilidad sexual fuiste enérgico fuiste natural es como debe de tratarse estos problemas de eyaculación precoz.

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  8. La deferencia entre los espanoles y los alemanes es que aqui son mas romanticos hacen con poca cosa algo bonito hoy con solo un abraco en la ducha sale algo bonito, En mi pais un encuentro asi pedirian rapidamente folar y si es posible hacer pis en la cara u meter el brazo por el culo. He leido en las entradas de antes que ellos se conocieron en Agosto y hasta ayer no han tenido algo fisico, eso nunca pasaeiria en Alemannia, el primer dia ya es para hacer sexo fuerte

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    1. No te equivoques Thomas la historia que estás leyendo no es para nada normal ni siquiera aquí en España ,la mayoría de la gente es como tú dices que son los alemanes van al lío acabar satisfacción y si te he visto no me acuerdo esto es un mal general es nuestra idiosincrasia homosexual siento desengáñarte

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    2. Pero eso de las lluvias y "fist-fucking" es para quienes tienen ciertas parafilias, pienso yo. No creo que sean lo común entre todos los que van a saco.

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  9. Soy de Santander y me siento orgulloso de que estas cosas tan tiernas pasen en mi ciudad, lo malo es que tienen que venir de fuera para que exista movimiento homoxesual, esta tierra es de estar todos en el closed y aunque hay mucho gay la mayoria estan casados y con hijos para no ser marcados. No vivo en en mi ciudad sino en una cercana que no puedo mencionar. Yo tengo que verme siempre a escondidas con mi amante porque no solo esta casado es que ademas es un conocido futbolista y si alguien sospechara algo seria su destruccion profesional. En su vida personal no pasaria tanto porque creemos que su mujer sabe algo pero no dice nada por interes, ademas las mujeres no son tontas y si encima es una mujer expectacular no creo que trague con la excusa del deporte para justificar el nulo caso sexual que le hace su marido. Aqui en el norte tierra de supermachos no hay ninguna liberación, todo lo mas en el mundo del cine y gracias. Quiero mucho a mi amante pero es frustrante saber que siempre sera undergraun y a veces pienso que no vale la pena tanto padecer y tanto actuar como si fueramos delincuentes. Y encima cuando elije el rol de pasivo acaba con una depresion que nos hace despedirnos siempre tristes. Perdonan mi extension pero nunca lo ha contado y aqui me apetecia hacerlo por lo anonimo de este foro.

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  10. Esas casualidades, o "causalidades" para algunos, son una lotería: a veces resultan experiencias que marcan para toda la vida en el sentido positivo y otras llegan a ser tan deprimentes que uno ni las quiere contar. En fin, este fue un intento de algo bonito, que quedó un tanto torcido, pero lo que cuenta es la intención. Ángel, a pesar de ser el menos experimentado, tomó la iniciativa y ya esto es un gran paso, ya que no todos están dispuestos a correr tal riesgo. Lo que sí recuerdo es que a Ángel no le va mucho lo de penetrar, y esto me dejó perplejo. Sin embargo, esto es solo el comienzo.
    Enhorabuena para ellos y veremos qué resulta de todo esto.

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  11. Lo que yo no entiendo es esa obsesión fálica por penetrar y ser penetrado creo que no es el fin de una relación sexual me parece que limita mucho esa obsesión. Hay tantas cosas para disfrutar en el cuerpo humano hay tanto para ser feliz que me parece una triste herencia de nuestros ancestros animales como un reflejo de la necesidad procreativa de la tribu homonima

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