53. Feliz sexual y emocionalmente

Ya de regreso a Madrid, pienso que este niño me está gustando más de lo que yo creía, es un sentimiento un poco raro porque sigo pensando cuando lo hago fríamente que físicamente no es en nada lo que yo siempre he buscado, pero me gusta estar con él y ahora también hacer sexo con él, aunque sea sexo suave. Está muy claro que mucha experiencia en la cama no tiene, él mismo me ha reconocido que experiencias homosexuales solo ha tenido dos o tres y nunca en una cama completamente desnudo y con alguien que le gustase y mucho menos que tuviera sentimientos hacia esa persona; me dijo que han sido toqueteos en los servicios de la facultad, otra vez en el autobús en una excursión cuando tenía 14 años y lo único más importante, según él, fue una pequeña relación de hacerse pajas juntos con un chico que luego se hizo novio de una prima suya y por iniciativa de Ángel lo dejaron por respeto a su prima, creo que al final me dijo que se casaron pero no estoy seguro de eso.

Tendré que enseñarle muchas cosas pero está el inconveniente de que es un chico con mucha personalidad y no le veo en plan de alumno.

Ayer nos vimos por iniciativa de él. Me llamó para que por favor lo acompañara a Media Markt a comprar cosas para su ordenador. Estuvimos en Alcobendas cuatro horas viendo memorias ram, tarjetas de sonido y yo que sé cuántos rollos más, pero mereció la pena porque estabamos como críos adolescentes, en cualquier rincón donde no nos veía nadie me daba un beso o me echaba mano al paquete; a veces casi nos pillaba la gente y eso le divertía aún más al niño que es un gamberrote adorable. Mientras íbamos en el coche hacía como que se equivocaba al coger la palanca de cambios y me agarra la polla: bueno, chorradas de esas. Cuando cuento esto, soy consciente de que no son cosas propias de mi edad, pero cuando estoy con él es que me siento de igual a igual, como si hubiera retrocedido un montón de años hacia atrás.

Cuando terminamos de comprar se empeñó en llevarme a mi casa porque quería ver cómo era por dentro, aunque su intención no era esa, o al menos no era la única. Nada más subir sin pasar de la entrada ya me echó mano al cinturón y me bajó los pantalones, se puso de rodillas ante mí y se llenó la boca de lo que poco a poco se fue haciendo grande hasta que tomó el tamaño que el niño quería. Parecía que quería tragársela toda, como si esa fuera su forma de sentirse más unido a mí. En definitiva y para no caer en cuentos pornográficos diré que tuvimos sesión de sexo oral únicamente. Ya sé que eso es lo que más le gusta al niño y aunque sus dientes podían ser igual de blancos como delicados a la hora de moverse en las cercanías de mi polla, el caso es que yo estoy a gusto y él también y por ahora es lo que más me importa. Al menos ayer no fue eyaculador precoz y eso le dio mucha alegría, aunque no aguantó sin correrse mucho más de diez minutos. Quizás sean los nervios y ayer estaba menos nervioso.

Luego le enseñé el pisito (le pareció feo y pequeño y me lo dijo a la cara sin ningún fingimiento) y ya que estábamos, preparé una tortilla y cenamos por primera vez juntos en mi casa. Lo tuve que echar casi a la una de la madrugada porque no callaba ni me dejaba ver TV y yo hoy tenía que currar.

Estoy contento con el rumbo que va tomando mi amistad con el niño, y la verdad estoy un poco ilusionado aunque no dejo de tener los pies en el suelo y de cuando en cuando pienso que esto es muy complicado y en cualquier momento nos puede fallar, pero por ahora puedo decir que me siento feliz.