Vivencias de un gay

martes, 15 de julio de 2014

32. El párroco seducido

Tengo una historia increíble que contarles y no me aguanto ni un segundo más para contarla. Es de Paquito, el colombiano y otro.

Ayer estuve con Paquito, me lo contó todo y me quedé pasmado. Resulta que el domingo cuando fui a verlo y los encontré discutiendo apenas estuve cinco minutos y más tarde me dice mi amigo que necesita verme para contarme algo. Quedé con él y esto es lo que me contó con pelos y señales.

Empiezo: el sábado pasado suena el móvil del colombiano y como estaba durmiendo lo coge Paquito y responde. Un hombre pregunta por el latino amigo de Paquito y este le pregunta quién es. «Soy un amigo, y ¿usted quién es?». Con bastante mosqueo Paquito le dice que es su pareja. El otro se disculpa y corta rápidamente. Pero a los dos minutos suena de nuevo el móvil y mi amigo se da cuenta que es el señor de antes quien vuelve a llamar. Le parece tan raro que en tan poco espacio de tiempo repita la llamada, que contesta de nuevo. El otro señor le pregunta a Paquito que si es español y que si realmente forma pareja con el colombiano. Ante las afirmaciones de mi amigo y con un mosqueo de cojones Paquito le pregunta que a qué vienen esas preguntas. Entonces el señor se presenta: «Mire, me llamo… (No me acuerdo del nombre) y quisiera poder hablar con usted, pero no por teléfono porque es una cuestión delicada». Con preocupación y curiosidad por parte de Paquito, se citaron para el domingo después del almuerzo.

Para no hacerlo tan largo, os explico el resultado de su entrevista: resulta que ese señor conoció en la sauna al colombiano. Estuvieron haciendo sexo y quedaron para otras veces. El colombiano le dio confianza, lo sedujo, le regaló el oído con bonitas palabras de amor y este pobre hombre cayó en sus redes y le contó que era el párroco de una iglesia de un barrio de Madrid e incluso invitó a su nuevo amante a ir a una misa que él celebraba. Todo fue muy bien hasta que el latino le empezó a pedir dinero. El cura en un principio se lo dio pensando que era alguna necesidad puntual, pero cuando se percató de que en realidad lo que quería ese chico era un sueldo fijo, se lo negó. El pobre hombre le pidió que se olvidara de él y que no se viesen nunca más. Pero el colombiano es malo y jodido, empezó a ir a la iglesia de ese señor y al final le planteó directamente un chantaje: o le daba el dinero que le pedía o le contaba a todos los fieles de su parroquia las secretas aficiones de su admirado cura.

Imaginaos la cara que puso Paquito ante semejante relato. El cura le estaba pidiendo ayuda porque estaba muy desesperado; por una parte, decía no tener dinero y, por otro lado, sabe que si lo denuncia a la policía, el escándalo acabaría hundiéndolo del todo.

Mi amigo ya sabía que su querido amante era un chulo y un chapero, pero desconocía que también era un delincuente. Esa era la discusión en la que los pillé el domingo: el colombiano le dijo que en sus cosas no se metiera y Paquito le avisó que o dejaba en paz al cura o que se olvidase de él para siempre, y que si el párroco no se atrevía a denunciarlo, lo haría él mismo.

Mi consejo fue muy claro: le dije que se olvidara de una puta vez de ese tipo que solo le trae líos y malos rollos, y que se olvide también del cura que no es problema suyo. Si al párroco le gusta sacar los pies del plato y que lo follen, pues que cuelgue la sotana o que sea más listo y discreto.

¿Qué os parecen los marrones en que nos metemos a veces los solteros? Ya me diréis qué piensan de todo esto y si tengo o no razón en mi consejo.

10 comentarios:

  1. Se lo tiene merecido el puto cura. A mi me estuvieron jodiendo toda mi niñez y soy maricon por su culpa

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  2. Por favor no cometan el clásico error de maltratar a la Iglesia por las debilidades humanas de los curas. San Jose Maria fundo la gran Obra del Opus independientemente de que fuera homoxesual. Fijemonos en la Obra y no en los pecados perdonables de los obreros

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  3. yo tube un ligue colombiano el tío follaba como los ángeles pero eso sí me salió caro no carísimo

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  4. No estoy de acuerdo con tu actitud. A un amigo hay que ayudarle. No sirve darle un consejito y adios. Le tienes manía a los curas y no son mas que hombres con tus mismas aficiones

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  5. llevo 7 años siendo el sobrino entre comillas de el párroco de una iglesia en un pueblo cerca de Madrid nadie sospecha nada y los dos somos muy felices la discreción es obligatoria el cubano no fue nada discreto y es una mala persona

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    1. La puta del cura esa es la historia de la iglesia

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  6. ME TENGO QUE IR A COMER MAÑANA LO LEO DESPACIO

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  7. NO ME GUSTAN LOS CURAS

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  8. Todo el mundo se mete con los curas, somos la presa facil que no puede defenderse, los que tenemos que poner la otra mejilla, a nadie se le ocurre pensar porque estamos en esta profesion que ni se gana dinero, no tienes horario, no medras....lo facil es decir que estamos para esconder nuestra condicion sexual, nadie creeria que cuando te das cuenta en la adolescencia de lo diferente que eres de tus amigos vuelves la mirada Dios para buscar una explicacion, que despues el servicio a los demas te compensa el tener que renunciar a crear una familia o simplemente tener un ser al que querer y dedicarle tu vida. Nadie piensa en la gran soledad que tenemos cuando apagamos las velas de las ceremonias y cerramos la puerta de la Iglesia. Nadie piensa en la envidia que nos da ver una familia feliz en el parque o ver un grupo de amigos que se muestran desinhibidos y felices. Solo un Dios en el que creer y la entrega a los demas nos hace seguir en esta cruzada que es dificil de mantener hoy en dia cuando el mundo es mas abierto y el predominio de la carne eclipsa las vocaciones por lo espiritual.

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