Vivencias de un gay

martes, 22 de julio de 2014

35. Morbosa situación

Esta mañana me ha pasado algo que no me ocurría desde hace muchísimos años. En el autobús para venir a Guadalajara se acomodó en el asiento de al lado un chico de unos treinta y algo, con pinta de mecánico y de los que pasan desapercibidos por no ser ni muy guapos ni muy feos.

Apenas arrancó el bus abrió las piernas dejando reposar la que lindaba con la mía sobre mi muslo. En principio no le presté atención porque a esas horas mucha gente se queda dormida y pierde la compostura, pero siguiendo esa intuición que los gais tenemos para encontrar oportunidades, mantuve la pierna en contacto con la del mecánico. Observé que el chico no tenía los ojos cerrados y la presión de su rodilla era cada vez más intensa. Sospeché que ambos teníamos toda la atención de nuestros cuerpos centrada en el punto de contacto, cada vez más ardiente e intenso.

La confirmación me llegó visualmente cuando pude distinguir claramente su abultado pantalón a la altura de su bragueta. Mi respuesta fue inmediata y con mi corazón latiendo apresuradamente como cuando era adolescente, en un movimiento rápido me coloqué la polla de forma que se distinguiese claramente a través del pantalón y mostrase también su erección a simple vista. Las piernas continuaban apretadas y las respectivas pollas esperando la mano vecina que calmase su impaciencia. Lo malo es que en verano ninguno de los dos llevábamos una prenda en la mano para colocarla estratégicamente sobre nuestras piernas y así actuar bajo ella y, además, en los asientos paralelos viajaba una chica joven que podía ser testigo de cualquier acción que iniciáramos.

De pronto desde el suelo el chico elevó una mochila y se la colocó sobre sus rodillas tapando en parte la visión de la vecina que ni prestó la menor atención a ese gesto. El chico abrió la mochila y se puso a rebuscar algo mientras me miraba de reojo. Era la señal. Puse mi mano en su pierna y él respondió apretando la suya aún mas. Palpé a través de la tela de su pantalón un miembro grande y duro que apuntaba en mi dirección. El chico con la mano que le quedaba libre de sujetar la mochila, se desabrochó el botón de la cintura de su pantalón y bajó un tramo su cremallera a la vez que se estiraba en el asiento y encogía ligeramente el vientre para mostrarme el camino que no tardó ni un segundo en seguir mi mano. Atravesé el pantalón y el calzoncillo y pronto sentí el tremendo calor de su polla que, con un placer intenso, rodeé enteramente recorriendo toda su superficie desde los abundantes pelos de su pubis hasta el mojado capullo repleto de líquido preseminal. Jugueteé con mis dedos por la suave y deslizante superficie de su tremendo glande, ya que otros movimientos eran complicados de hacer en la apretada y ardiente área de maniobrabilidad que tenía. Las palpitaciones de semejante polla eran casi violentas, tanto que pensé que en cualquier momento mis dedos se llenarían de semen. El rostro del chico era todo un espectáculo tratando de aparentar calma pero con la respiración cada vez más acelerada. La parada en Torrejón me obligó a desprenderme con prisa de aquel preciado tesoro y con los dedos aún húmedos esperé al inicio de la marcha para entrar de nuevo a la apetecible cueva de difícil acceso.

Pero para mi desesperación el chico bajó la mochila al suelo y pude ver cómo había cerrado el botón y subido la cremallera como para dar por finalizada la experiencia. No tardé en comprender el porqué de su recomposición: la próxima parada de Alcalá llegó apenas unos minutos después y el chico abandonó el autobús no sin antes dedicarme una muda sonrisa de agradecimiento y resignación. En la última visión que tuve de él aún pude distinguir su generosa erección a través de su pantalón de trabajo. Yo estuve empalmado hasta que llegué a los servicios del trabajo, donde una gloriosa y acuciante masturbación me devolvió a la dura realidad.

16 comentarios:

  1. Joder tío que morbo que bien lo has narrado. Me agarre una erección acojonante y he tenido que hacer lo mismo que tu en el trabajo je je

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  2. Hace muchos años yo practicaba este juego en el cine carretas

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  3. Este escrito me ha recordado un viaje que hice con un amigo en un bus y nos entró la calentura y nos hicimos una felación en los asientos de atrás. Se tuvo que correr dentro de mi boca para no mancharnos y por primera vez probé el semen y me gusto. Mi amigo me gusta mucho y lo que ocurrió fue mágico pero no habitual porque él tiene su pareja con la que es muy feliz.

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  4. Antes siempre era así cuando no había internet

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  5. Tené razon el chico anterior, antes los contactos eran furtivos y guiados por pura intuición. Se esta perdiendo esa habilidad gay para detectar afines a la causa. Ahora cuando uno se va a la cama con el nuevo conosido ya sabemos como es fisicamente hasta en los detalles mas intimos, por que antes hemos intercambiado fotos con toda nuestra anatomia al descubierto. Muy erótico este relato , vos demostrás que tenés muy buen gusto porla escritura

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  6. Mañana me voy a Alcalá a ver si tengo tu suerte

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  7. este relato es para leerlo con una mano moviendo el ratón y con la otra moviendo la polla hasta la eyaculación

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  8. Tiene razón "el poeta" anterior, hacia mucho tiempo que una lectura no me despertaba la libido hasta el punto de hacerme retomar mi afición al onanismo. Gracias por este buen rato.

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  9. Tiene razón "el poeta" anterior. Hacia mucho tiempo que no me despertaba la lbido una lectura hasta el punto de hacerme retomar mi afición onanista. Gracias por este buen rato

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  10. Me pasa a mi lo del bus y me corro en cuanto notara el calor de su polla en mi mano. Que goze de experiencia¡

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  11. ME GUSTA MUCHO ESTE. EL CONDUCTOR DEL BUS DEL COLE ES GAY UN DIA ME TOCO

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  12. esta es la pornografía más fina y elegante que nunca he leído y encima excita que no veas

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  13. En Madrid hay una linea del metro que siempre hay unos señores que te tocan la polla y si les dejas te la sacan y todo. Antes habia menos pero ahora son muchos y si te dejas que la saquen los demas se ponen haciendo pantalla para que la gente no te vea. Yo he visto chavales correrse y todo en el vagon

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  14. El polvazo de hoy ha sido cojonudo aunque luego te de el bajon cuando sabes que es solo un sueño, pero este del autobus me sigue pareciendo el relato mas morboso y excitante de todos, no me canso de leerlo y siempre me produce cosquilleos en la cola

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  15. No habia leido este suceso y tendre que decir que en Alemania algo de esto seria para detener a los pasajeros por actos pornograficos en publico, España es incrible y es la parte que conozco mas libre para las personas

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  16. Que buen relato este del autobus, se describe perfectamente la situación, como van siendo el acercamiento, se vive la tensión del momento, es curioso como el lector se va empalmando a la vez que el protagonista. Fenomenal este capitulo que para mi es de los mejores que he leído. Amparándome en el anonimato confieso que dos veces de las varias que lo he leído terminé haciéndome una paja por culpa del realismo en la descripción del suceso.

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